Lo habrás oído muchas veces: “los miedos para vencerlos los debes enfrentar”, pero permíteme que hoy te lo ilustre en forma de cuento. Hay veces que los mensajes nos llegan mejor vistos en forma metafórica... Este cuento es de Robin Sharma e ilustra perfectamente el título del post de hoy. Espero que te guste.
La Historia del Maestro y de los Tres Perros Rabiosos “La historia cuenta que, en la antigüedad, un gran maestro muy sabio una vez visitó un templo en el que le estaba esperando un joven monje que le iba a guiar por el camino. En el interior de aquel enorme y frío templo había tres perros que lo custodiaban. Aunque se encontraban encadenados a un poste, la imagen de esos perros negros ladrando con furia, con esos dientes afilados y con su mirada fija en ellos, hizo que el sabio se preocupara y con cierto miedo le preguntara al joven si era seguro pasar por ahí. Éste, confiado por la resistencia de las cadenas asintió con la cabeza. En uno de los fuertes embates que dieron los perros rabiosos el soporte que sujetaba las cadenas al poste cedió y éstos quedaron libres de toda sujeción. En cuestión de segundos los perros, con los ojos inyectados en sangre, corrían a gran velocidad hacia los dos visitantes indeseados. El miedo dejó blanco al joven. Se había quedado totalmente paralizado. El maestro, en cuanto vio que los perros se dirigían con rabia hacia él, en vez de huir o quedarse paralizado por el miedo hizo algo muy curioso: miró a los perros a los ojos y se puso a correr directamente hacia ellos. Imagina la estampa: tres perros rabiosos corriendo hacia el sabio y éste, al otro lado del templo, corriendo con toda su energía hacía los perros. Entonces, ocurrió algo interesante: los perros, nunca habían visto algo parecido, y al ver a ese hombre corriendo hacia ellos se pusieron a huir. El Sabio, volvió con el muchacho, le sonrío amistosamente y le dijo: “siempre corre hacia tus miedos”. Feliz lunes¡¡¡
0 Comentarios
Es un hecho que lo que estás haciendo, no te está dando el bienestar que deseas. Por lo tanto, es el mejor momento para actuar. Recuerda lo que dijo Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”... Elige una situación específica en la que quieras mejorar o puedes enfocarte en elevar tu autoestima.
Describe, la situación que te está causando angustia, dolor, malestar y/o problemas. Escribe, con la mayor cantidad de detalles posibles:
Ahora cierra los ojos e imagínate en tu nueva realidad. Observa cómo te sientes, cómo actúas, etc. Fija esa imagen en tu mente. ¿Sabes que es lo que necesitas hacer, para lograr lo que deseas? ¿Qué es lo que te impide obtenerlo? Uno de los mayores obstáculos es nuestra manera de pensar. Trata de darte cuenta de lo que estás pensando. Si te es difícil, imagínate qué pensaría cualquier persona que se encontrara en esa situación. Analiza esos pensamientos y ve donde y cuando aprendiste a pensar así. ¿Crees que todavía son apropiados para tu forma de ser y para la vida actual? Si son inadecuados para lograr tus metas, cámbialos. ¿Qué te diría la persona que más admiras, si le comentaras cuáles son esos pensamientos que te están causando daño? ¿Qué te sugeriría como alternativa? Analiza que es lo que te da miedo, cuando piensas en cambiar. ¿Qué crees que puede suceder? Revisa esos temores y ve que tan reales son. Muy probablemente estén un poco exagerados. Piensa en todo lo que estás perdiendo por dejarte gobernar por temores o ideas que pueden estar equivocados o exagerados. Si no sabes qué hacer para cambiar o mejorar tu situación o cómo hacerlo, busca ayuda. Pero busca un familiar, amigo o persona que realmente tenga la capacidad, conocimientos y objetividad para ayudarte a encontrar la mejor solución. O recurre a libros y artículos, serios y confiables, relacionados con el tema. Si estás trabajando en tu autoestima, muy probablemente necesites la ayuda de alguien que tenga experiencia en este aspecto. Cada vez que te desanimes y quieras regresar a tu conducta anterior, piensa que, aunque sea incómodo o difícil en estos momentos, estás construyendo las bases para una vida mejor. Si empiezas a tener dudas, háblate como le hablarías a tu mejor amigo, para ayudarlo a lograr lo que desea. No vale la pena ser prisionero del miedo. A la larga el sufrimiento es mucho mayor. Cuando sientas miedo de cambiar, recuerda que está comprobado que el 90% de las cosas negativas que creemos que van a pasar, nunca suceden. ¿Por qué imaginar lo peor, si puedes imaginar lo mejor? Ten siempre presente en tu mente, la imagen de lo que vas a lograr y de cómo te vas a sentir. Recuerda que tú eres el dueño de tus pensamientos. Tú los generas y tú puedes cambiarlos por otros. Y cuando cambiamos nuestra manera de pensar, cambian nuestros sentimientos, conductas y vida en general. Feliz fin de semana¡¡¡ ¿Cuántas veces te has encontrado en una situación molesta, difícil o dolorosa y no haces nada o casi nada para cambiarla? ¿Cuántas veces piensas que no hay nada que hacer o que es mejor no arriesgarte? Uno de los mayores obstáculos para mejorar nuestra autoestima y nuestra vida en general, es el miedo al cambio... Lo conocido nos da la impresión de seguridad y estabilidad, aunque estemos sufriendo.
Este miedo es el que impide que nos alejemos de relaciones o situaciones problemáticas y difíciles. No nos permite trabajar para mejorar nuestra autoestima. Ni luchar por nuestro bienestar. Y es la razón de la frase “Más vale malo por conocido, que bueno por conocer”. El miedo al cambio incluye el temor a fracasar, tener éxito, al compromiso, a perder ciertas cosas o privilegios, al rechazo, etc. Son muchos los motivos que nos impiden cambiar: Una autoestima baja, que se refleja en dos tipos de pensamiento:
La creencia equivocada de que cambiar es ser inestable. El tener asociados los cambios con las crisis. Con situaciones externas que nos obligan a cambiar, sin desearlo o estar preparados para ello. La respuesta de la gente que nos rodea, que puede ser muy negativa. Nuestro cambio puede provocar angustia e incomodidad en algunas personas, cuya respuesta puede ser de crítica o rechazo. Pensamientos catastróficos y extremistas, sobre todo lo malo que el cambio va a traer. El hábito erróneo, de valorarnos en función de lo que hacemos o tenemos. Por lo tanto, pensamos que si fracasamos, nuestro valor como personas disminuye. La posibilidad de perder el control sobre nuestra vida y las circunstancias. La falta de control, aunque sea momentánea, nos causa angustia, por lo que tratamos de evitarla. Sentir temor ante una situación desconocida, que puede amenazar nuestro bienestar, es normal. El problema surge cuando nos dejamos manejar por ese temor o lo “alimentamos” con una serie de pensamientos equivocados. No es fácil cambiar, porque además de los temores que nos lo impiden, nuestra forma de pensar y actuar se ha convertido en algo automático. Como automáticos son los pensamientos que mantienen nuestra autoestima baja y alimentan el miedo al cambio. A veces ni siquiera nos damos cuenta de dichos pensamientos y de los sentimientos y motivos de nuestras conductas. Pero si el temor o el no querer hacer el esfuerzo, nos mantiene en el mismo lugar, nuestra vida nunca va a ser como la queremos. Y sólo nosotros podemos mejorarla…mañana algunas claves para enfrentar y vencer el miedo al cambio… Feliz jueves¡¡¡ La fuerza de voluntad está íntimamente relacionada con los siguientes elementos: nuestra motivación, la autoestima, la tolerancia a la frustración y las creencias respecto al cambio, éxito y fracaso... La motivación está relacionada con darle valor a lo que hacemos.
Con sentirnos entusiasmados y estar dispuestos a hacer el esfuerzo que se requiere. Es una actitud ante la vida. Una autoestima alta ayuda a mantener la fuerza de voluntad. ¿Por qué? Porque si me siento capaz de hacer las cosas, las voy a hacer a pesar de las dificultades. Si no me devalúo cuando fallo, no le temo a los errores y a los fracasos y éstos no me limitan. Tolerancia a la frustración. Tener fuerza de voluntad implica actuar. Y actuar, significa esfuerzo, progreso y frustración. Si acepto la frustración como parte de la vida y aprendo a tolerarla y a manejarla, mi fuerza de voluntad no se debilita. Creencias respecto al cambio, éxito y fracaso .Nuestros pensamientos, ideas y creencias influyen en nuestras emociones y en nuestra conducta. Si estoy convencido de que no soy capaz de hacer ciertas cosas, ni siquiera voy a intentar hacerlas. Si creo que mis errores demuestran que soy un fracasado, ante la posibilidad de no tener éxito me justifico, diciendo que no tengo fuerza de voluntad. Pero nuestras creencias y estilo de pensamiento pueden estar equivocados y pueden ser cambiados. Cuando sientes que te falla la fuerza de voluntad, pregúntate a qué crees que se debe. ¿Tal vez no estás motivado, porque no es algo que tú realmente deseas? ¿Quizás consideras que no vale la pena el esfuerzo? ¿Que el costo es mucho mayor que el beneficio? ¿O crees que no vas a poder lograrlo? Si es así, ¿por qué lo crees? ¿Piensas que no puedes soportar el malestar momentáneo que implica hacer el esfuerzo? ¿Crees que si no lo logras, vas a ser criticado por los demás o por ti mismo? ¿No sabes cómo hacerlo? Analiza estas y otras posibles opciones y descubre la causa real que te está impidiendo realizar el esfuerzo necesario para lograr tus metas. Con frecuencia, tenemos ciertas opiniones y criterios equivocados y un estilo de pensamiento parcialmente incorrecto, que nos impiden lograr nuestras metas y mejorar nuestra calidad de vida. Pero estos obstáculos tienen solución. Podemos vencerlos. Adopta una actitud positiva. Confía en que sí puedes lograr lo que te propongas. Sólo tienes que aprender a vencer dichos obstáculos. No te regañes por lo que no has hecho. No busques ejemplos que demuestren que, como no lo has logrado en el pasado, no lo vas a lograr en el presente o en el futuro. Recuerda que tu conducta es resultado de lo que has aprendido. Todo aprendizaje puede ser substituido por uno nuevo. No confundas la fuerza de voluntad con el sacrificio y el sufrimiento que piensas que ésta implica. Para aprender una conducta o un nuevo hábito, tenemos que practicar, equivocarnos, corregir los errores y seguir practicando. Todos tenemos facilidad para hacer algunas cosas y dificultad para otras. Lo importante no es hacer sólo lo fácil. Lo verdaderamente importante, es hacer lo que necesitamos para estar mejor. Las cosas son difíciles cuando no sabemos hacerlas y se vuelven fáciles cuando aprendemos a realizarlas. feliz miércoles¡¡¡ Si tuvieras que calificar tu fuerza de voluntad ¿cuánto te pondrías? ¿Cuánto te gustaría ponerte? Creemos que cuando no podemos hacer algo es por falta de voluntad y que si no la tenemos, no podemos obtenerla. Esto es un gran error... Sí podemos desarrollar y fortalecer nuestra fuerza de voluntad, pero primero tenemos que entender su significado.
La fuerza de voluntad es la capacidad (la energía y el conocimiento) que tenemos para controlar nuestros impulsos y nuestras conductas. Para dirigir nuestros pasos hacia donde nosotros queremos. Tener voluntad es lograr llevar a cabo acciones claras, definidas y concretas, basadas en nuestros deseos y nuestras decisiones. Nadie carece completamente de esta capacidad, porque no podría sobrevivir. No podría encausar su vida, en ningún aspecto. Imagínate que sucedería si todas las personas que creen que no tiene fuerza de voluntad, se dejaran llevar por sus impulsos.
Y todos nos hemos controlado la mayor parte de las veces. Por lo tanto, todos tenemos fuerza de voluntad. Pero la tenemos en ciertas áreas y en otras no. En las que no la tenemos, podemos aprender a hacerlo. Mañana te daré algunas claves para lograrlo. Permanece atent@… feliz martes¡¡¡ La palabra motivación viene de “motif”, que significa motor o algo que genera movimiento. Por lo tanto, estar motivados es tener una razón o deseo que nos lleva a actuar... Ese deseo es tu punto de partida.
Pero es importante que lo desees con intensidad, con la mente y el corazón. Por lo tanto, tiene que ser importante para ti. No para otras personas. Sólo así, vas a estar dispuesto a hacer el esfuerzo necesario. Tenemos dos fuentes básicas de motivación: 1) La que nace de nuestro interior, de nuestras metas, sentido de vida, propósitos y esperanzas. 2) La que surge del medio ambiente. De los posibles “premios” que nos da la sociedad: dinero, fama, atención, reconocimiento y aprobación de los demás, etc. Esta motivación externa es la más común y mucha gente cree que es la mejor o la única que existe. La motivación externa es importante, pero la interna es determinante. En ocasiones empezamos un proyecto o nos planteamos una meta y de repente perdemos el interés. Entre las principales causas de este desinterés, encontramos que: a) Tomamos como propias las metas de gente que es importante para nosotros, sin darnos cuenta que no es lo que nosotros deseamos. b) Vamos en pos de un objetivo, sólo porque es lo que la sociedad o la familia espera de nosotros. c) La situación que estamos viviendo nos genera una angustia que no queremos o que creemos que no podemos enfrentar y tolerar. d) Nos ponemos metas inalcanzables. e) No sabemos cómo lograrlas. Pregúntate qué tipo de motivación es más importante para ti y por qué. Cuando sólo dependemos de la motivación externa, perdemos parte del control de nuestras vidas y del contacto con nosotros mismos. Les damos el poder a los demás. Cuando te sientas desmotivado, enfócate en ti. En lo que tiene significado para ti. Porqué sólo así, puedes hacer las elecciones que necesitas. feliz lunes¡¡¡ Comunicarse adecuadamente es una responsabilidad de dos: el que habla y el que escucha. Más que oír las palabras o sonidos, saber escuchar significa:
Cuando sabemos escuchar, podemos: Resolver conflictos y diferencias. Evitar malas interpretaciones. Demostrar nuestro respeto por la persona que habla. Aprender de lo que escuchamos. Evitar perder el tiempo. Para escuchar bien, es necesario:
Feliz fin de semana¡¡¡ Las palabras “intentar y “esperar” por definición contienen la posibilidad del fracaso, algún potencial o la posibilidad de que algo no suceda, o no vaya de la manera que tú lo deseas. Estas palabras proyectan un mensaje de posible fracaso o retraso de fechas límites que no se podrán cumplir... La inclusión de las palabras “intentar” y “espero” también provocan posturas defensivas como “bueno, ahora ya sé más de lo que sabía antes”, o “dependo de otras personas o de otros eventos que no puedo controlar”. Desde luego que “esperas” que funcione y lo vas a “intentar”, pero después de todo como puede alguien esperar que estés seguro cuando enfrentas todas esas dudas.
Así es como tu ego te protege contra los fracasos y cómo puedes encontrarte razonando que no es tu culpa. Aún cuando verdaderamente no sea tu culpa, al permitir que tu ego dirija tus pensamientos de esta manera, te impedirá tener la mente clara para que puedas pensar en soluciones. El lenguaje debe ser específico y declarativo: “lo lograré”, “para la fecha X tendré finalizado el proyecto Z”. Este tipo de lenguaje crea convicción, dirección y acción hacia metas concretas. No caigas en la trampa del lenguaje de las probabilidades. Y si ya has caído, has de saber que es el momento de poner tu atención en acciones específicas que puedas llevar a cabo para hacer desaparecer el “espero” y el “intentar” de tu vocabulario, para moverte solamente con el “yo podré”, “yo puedo” o “lo hice”. Feliz jueves¡¡¡ Debes saber que todo problema tiene múltiples soluciones. Piensa siempre que puedes encontrar una mejor forma de hacer cualquier cosa en la que pongas tu mente a trabajar... Vivir en el mundo de la posibilidad, requiere conocer el problema de forma concreta y centrarse en la búsqueda de soluciones eficaces.
Al desplazar nuestra enfoque del espacio problema al espacio solución, saltamos de la preocupación a la ocupación. Cuando me ocupo de algo, casi siempre encuentro más de lo que buscaba, porque esto exige apertura a áreas desconocidas, donde puede estar la solución que busco. Resulta creativo, estimulante y nutritivo, expandir la mente y conquistar un nuevo nivel. Feliz miércoles¡¡¡ Tu frecuencia energética está compuesta por tu frecuencia vital, tu frecuencia emocional, tu frecuencia mental, tu frecuencia espiritual y es todo esto lo que te lleva a tu forma de pensar y de actuar... Estar con la frecuencia baja significa que atraerás todo lo que no deseas para tu vida.
Tus pensamientos no pueden ser diferentes a tu frecuencia vibracional, es decir, de la manera como vibras así mismo serán tus pensamientos. Tus sentimientos y emociones no brotan por casualidad, ellos son creados por la manera cómo piensas. Los libros que hemos leído, nos recomiendan: piensa positivamente, piensa solamente en cosas buenas para tu vida; y ¿por qué será que no logramos permanecer en estos estados de pensamientos positivos durante mucho tiempo? Sencillamente, porque tu frecuencia vibracional no te lo permite, es imposible vibrar en una baja frecuencia y tener pensamientos elevados, siempre veremos el mundo desde la óptica que tengamos en nuestro campo energético. La única forma de cambiar todo esto, es tomando las riendas de nuestra vida. Existen básicamente dos tipos de frecuencias de vibración bajo las cuales podemos estar inmersos como personas.
Sin embargo, cuando tu frecuencia de vibración se clasifica dentro del segundo tipo, el camino a seguir se mostrará difícil, y doloroso, lleno de obstáculos además. Notarás indudablemente los obstáculos y sentirás un gran deseo por procrastinar, caerás inevitablemente en distracciones, identificarás las acciones a realizar, pero estas no serán las correctas. Cuando tomes acción, sentirás mucha resistencia, ya sea en tu interior, o por parte del entorno. Tendrás que invertir una gran cantidad de tiempo y esfuerzo en dichas actividades, pero será muy probable que nunca llegues a tu objetivo deseado. Podrán incluso pasar meses o años y la situación seguirá siendo la misma. Entonces, ¿qué hacer? Has de alinear la vibración de tu frecuencia energética a la vibración de frecuencia de tu objetivo. Mañana te daré algunas claves para hacerlo. Feliz martes¡¡¡ |
AutorÁngeles Prol Archivo
Junio 2017
Categorías |