La fuerza de voluntad está íntimamente relacionada con los siguientes elementos: nuestra motivación, la autoestima, la tolerancia a la frustración y las creencias respecto al cambio, éxito y fracaso... La motivación está relacionada con darle valor a lo que hacemos.
Con sentirnos entusiasmados y estar dispuestos a hacer el esfuerzo que se requiere. Es una actitud ante la vida. Una autoestima alta ayuda a mantener la fuerza de voluntad. ¿Por qué? Porque si me siento capaz de hacer las cosas, las voy a hacer a pesar de las dificultades. Si no me devalúo cuando fallo, no le temo a los errores y a los fracasos y éstos no me limitan. Tolerancia a la frustración. Tener fuerza de voluntad implica actuar. Y actuar, significa esfuerzo, progreso y frustración. Si acepto la frustración como parte de la vida y aprendo a tolerarla y a manejarla, mi fuerza de voluntad no se debilita. Creencias respecto al cambio, éxito y fracaso .Nuestros pensamientos, ideas y creencias influyen en nuestras emociones y en nuestra conducta. Si estoy convencido de que no soy capaz de hacer ciertas cosas, ni siquiera voy a intentar hacerlas. Si creo que mis errores demuestran que soy un fracasado, ante la posibilidad de no tener éxito me justifico, diciendo que no tengo fuerza de voluntad. Pero nuestras creencias y estilo de pensamiento pueden estar equivocados y pueden ser cambiados. Cuando sientes que te falla la fuerza de voluntad, pregúntate a qué crees que se debe. ¿Tal vez no estás motivado, porque no es algo que tú realmente deseas? ¿Quizás consideras que no vale la pena el esfuerzo? ¿Que el costo es mucho mayor que el beneficio? ¿O crees que no vas a poder lograrlo? Si es así, ¿por qué lo crees? ¿Piensas que no puedes soportar el malestar momentáneo que implica hacer el esfuerzo? ¿Crees que si no lo logras, vas a ser criticado por los demás o por ti mismo? ¿No sabes cómo hacerlo? Analiza estas y otras posibles opciones y descubre la causa real que te está impidiendo realizar el esfuerzo necesario para lograr tus metas. Con frecuencia, tenemos ciertas opiniones y criterios equivocados y un estilo de pensamiento parcialmente incorrecto, que nos impiden lograr nuestras metas y mejorar nuestra calidad de vida. Pero estos obstáculos tienen solución. Podemos vencerlos. Adopta una actitud positiva. Confía en que sí puedes lograr lo que te propongas. Sólo tienes que aprender a vencer dichos obstáculos. No te regañes por lo que no has hecho. No busques ejemplos que demuestren que, como no lo has logrado en el pasado, no lo vas a lograr en el presente o en el futuro. Recuerda que tu conducta es resultado de lo que has aprendido. Todo aprendizaje puede ser substituido por uno nuevo. No confundas la fuerza de voluntad con el sacrificio y el sufrimiento que piensas que ésta implica. Para aprender una conducta o un nuevo hábito, tenemos que practicar, equivocarnos, corregir los errores y seguir practicando. Todos tenemos facilidad para hacer algunas cosas y dificultad para otras. Lo importante no es hacer sólo lo fácil. Lo verdaderamente importante, es hacer lo que necesitamos para estar mejor. Las cosas son difíciles cuando no sabemos hacerlas y se vuelven fáciles cuando aprendemos a realizarlas. feliz miércoles¡¡¡
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Junio 2017
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