Por Deepak Chopra…
Feliz martes¡¡¡
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Cierto día, caminando por la playa observé a un hombre que, agachándose, tomaba de la arena una estrella de mar y la tiraba al mar. Intrigado, lo pregunté por qué lo hacía… Estoy lanzando estas estrellas marinas nuevamente al océano, me dijo. Como ves, la marea es baja y han quedado en la orilla. Si no las arrojo al mar morirán.
Entiendo, le dije, pero debe haber miles de estrellas de mar sobre la playa. No puedes lanzarlas a todas. Son demasiadas. Y quizás no te des cuenta de que esto sucede probablemente en cientos de playas a lo largo de la costa. ¡No tiene sentido tu esfuerzo! El hombre sonrió, se inclinó y tomó una estrella marina y mientras la lanzaba de vuelta al mar me respondió: ¡Para esta si lo tuvo! El mensaje podría hacernos reflexionar… ¿qué hacemos por los demás? ¿qué hacemos por este mundo? Hasta el gesto más insignificante vale la pena aunque no lo parezca. No importa que tan enormes sean los problemas, si alguien puede liberarnos de las arenas y lanzarnos al mar, mis queridas estrellitas, o nosotros hacerlo con otros… por más mínimo, vale la pena. Feliz lunes¡¡¡ La sabiduría de Paulo Coelho, hoy en formato manual para los “montañeros de la vida”
Feliz escalada y muy feliz jueves¡¡¡ La preocupación es un hábito común que ocurre en la mayoría de nosotros durante alguna época de nuestra vida. En ocasiones nos preocupamos por nuestro trabajo y otras veces por nuestra familia, algunos días nos deprimimos y otros estamos tristes. Hay periodos de nuestra vida que vivimos aterrados por nuestras preocupaciones, y muchas veces estos periodos se alargan bastante tiempo, a veces llegan a durar años. Al final nos acostumbramos a vivir preocupados, a vivir con angustia, pero no sabemos realmente lo que nos puede causar esta preocupación, a menudo no nos damos cuenta de lo mucho de que nos quita… Si supiéramos como en muchas ocasiones las preocupaciones nos privan de cosas fantásticas y de disfrutar muchísimo más de la vida, intentaríamos por todos los medios combatirlas, y convertirnos en verdaderos despreocupados.
¿Qué importancia tienen realmente las preocupaciones? ¿Realmente pueden arruinarme la vida? ¿Puedo vivir menos años si me preocupo demasiado? ¿MATA la preocupación? ¿Son realmente importantes las preocupaciones o es un manera de vivir y punto? ¿Te has hecho alguna vez, estas preguntas? Conocemos decenas de enfermedades que seguramente no suframos nunca, como la malaria, tifus, vacas locas, sida, viruela, lepra… pero sabemos muy poco acerca de una por la cual todos pasaremos varias veces, la preocupación. ¿Exagerado? Alexis Carrel ganador de un premio nobel en medicina dijo: “Aquellos que no saben cómo combatir la preocupación mueren pronto” El miedo causa la preocupación y la preocupación crea ulceras, te come el estomago, te pone tenso y nervioso, hace que nuestro organismo funcione incorrectamente, afecta al sistema nervioso, en especial el estomago, a como generamos nuestros jugos gástricos, nos hace apretar la mandíbula, curte nuestros rostros con arrugas, nos pone de mal humor, nos vuelve grises e irritables, nos hace fruncir el ceño, provoca erupciones en la cara, manchas, granos, nos envejece la piel, etc… Josep F.Montague dice: “Las ulceras de estomago no vienen de lo que se come. Vienen de lo que se está comiendo a uno” Es posible que la preocupación cause incluso caries, ya que las preocupaciones pueden desequilibrar los niveles de calcio y generar problemas óseos. El primer tratamiento para una tiroides hiperactiva, es la relajación, y muchos pacientes es lo único que necesitan para curarse de ella. Las irregularidades cardiacas tampoco son una excepción de lo que puede causarnos la preocupación. Lo mismo ocurre con la diabetes y la psoriasis, que son enfermedades autoinmunes, que suceden dentro de nuestro cuerpo y son muchas veces causadas por la preocupación. La preocupación hace que nuestro cuerpo actúe anómalamente y de esto surgen todas estas, y muchas más enfermedades. Nuestro cuerpo es una cadena, si nos mantenemos en tensión y tensamos mucho esa cadena, romperemos los eslabones, sin duda. La preocupación te arruga la frente, te hace cara de amargado, nos crea una expresión desagradable y huesuda, nos desgasta nuestros dientes, nos crea un ceño permanente, surca nuestros rostros con arrugas, nos envejece la piel, nos hace que nos salgan erupciones, manchas y granos, hace que nuestros cabellos se vuelvan grises y que se caigan. ¿Amas a la vida? ¿Quieres estar sano? ¿Quieres disfrutar de esta vida? Pues tomate las preocupaciones en serio y decide acabar con ellas, porque solo hay una vida, y debes vivirla bien. Es por eso que uno de cada tres ejecutivos sufren ulceras de estomago, insomnio, presión alta o jaquecas. ¿Vale esto la pena? ¿Ganar en dinero, pero perder salud? ¿Vale la pena tener un trabajo de gran responsabilidad, pero estar medicándote cada día? El 50% de los pacientes que acuden a un hospital podrían curarse obteniendo otros hábitos en su pensamiento. Estos pensamientos vienen infundados por cosas como preocupación, sentimiento de inutilidad, frustración, soledad, ansiedad, miedo, derrota. Para curar el cuerpo hay que curar primero la mente, y curar la mente significa librarla de cargas como la preocupación. Una forma de hacerlo, es mantenerse ocupado, pero no en cualquier cosa, sino en algo productivo que te de la sensación de avance en tu vida. Ese es el gran reto: “Ocupa todo tu tiempo para no tener tiempo para preocuparte”. Podrías crear un sencillo plan de acción que te sirva de guía. Este es el que yo te propongo a modo de ejemplo, pruébalo y personalízalo hasta que veas que funciona para ti. Plan de 2/8: Consiste en diseñas actividades que realizarás durante 2 horas seguidas de forma concentrada. Puede ser algo así como: escribir un informe, ordenar la casa, practicar un deporte, desarrollar una nueva habilidad, relacionarte socialmente, etc… La tarea consiste en crear un plan para 8 horas, descomponiéndolo en 4 partes de 2 horas cada una. Pruébalo, reajústalo y si te apetece cuéntame cómo te fue. Fuente: soloporhoyvoy (parte de un artículo titulado: “La preocupación”) Feliz miércoles¡¡¡ Pilar Jericó, desde su blog, “Laboratorio de Felicidad” nos invita a ser ambiciosos con nuestros sueños y aprender a manejar la frustración para lograr el punto de arranque… Si quieres conseguir algo, primero suéñalo. Así lo recomendaba uno de los grandes psiquiatras del siglo XX, Viktor Frankl. Durante la II Guerra Mundial, estuvo prisionero en campos de exterminio. Cuando se sentía muy hundido utilizaba una técnica: se veía a sí mismo dando una conferencia en una sala bien iluminada y cómoda frente a un atento auditorio, que escuchaba sus reflexiones. De este modo, Frankl estaba definiendo cómo le gustaría verse en unos años, se distanciaba de su amarga situación y se sentía más aliviado. Como decía el psiquiatra: “el prisionero que perdía la fe en el futuro -en su futuro- estaba condenado”. Y la explicación, volvemos a encontrarla en la ciencia.
Científicos de la Universidad de Northwestern en Chicago han descubierto que lo que imaginamos se superpone a aquello que realmente hemos vivido, lo que hace que nuestro cerebro no sea capaz de diferenciar entre lo que ha vivido y lo que ha imaginado. Dicho estudio, publicado por la revista Psychological Science, levantó un debate interesante en la comunidad científica entre partidarios y detractores, que todavía sigue abierto. Independientemente de ello, parece ser que la visualización tiene un poder que muchos desconocen pero que los deportistas de élite dominan a la maravilla. De hecho, los especialistas en tiro con arco aseguran que visualizar tan solo 10 minutos puede ser tan efectivo como 100 flechas tiradas, igual sucede con los motoristas de élite e incluso con los pilotos de fórmula uno. Su entrenamiento visual consiste en proyectar con su imaginación determinados hechos que más tarde tomarán cuerpo en la competición real. Si lo trasladas a tu vida privada, cuando quieres lograr algo, conviene primero soñarlo, en especial cuando se están atravesando momentos difíciles. Imagina cómo serías en un nuevo trabajo, con una nueva pareja, en un nuevo proyecto o cambiando de forma de ser… En definitiva, imaginando una nueva vida. Soñarla es el primer paso para alcanzarla, aunque haya personas que lo evitan. “Soñar es peligroso” me comentó un hombre después de una conferencia. Cuando le pregunté el motivo me argumentó que era para evitar la frustración: “Si sueñas mucho y luego no lo logras, ¿qué ocurre?”, dijo. Personalmente, creo que hay que ser ambiciosos con los sueños y, luego, tener la capacidad para gestionar la frustración (o las sorpresas), porque la vida se encarga de ponernos a cada uno en nuestro sitio. El objetivo de soñar no es marcar objetivos imposibles, sino definir rutas de navegación.Si no tienes una visión personal, es como si estuvieras en medio del océano sin mapa ni rumbo o incluso, lo que es peor, que formes parte de la visión de otro. Si no tienes tu propio sueño, puedes formar parte del de otro. Y lo mejor es tomar conciencia de ello antes de despertar un día y percatarse de todo el tiempo perdido. Por eso, primero sueña y luego ponte manos a la obra. Del sueño no se vive, pero a veces es un buen pulmón para seguir adelante. (Fuente: El país) Feliz martes Cuando estés relajado, tranquilo, y tu imaginación se disponga a soñar, cierra los ojos y sentirás cómo mi mano toma la tuya para llevarte a volar sobre mi isla… Nos elevaremos despacito, sintiendo la cálida brisa acariciándonos y el sonido de las olas rompiendo en los acantilados.
Sobre un mar verde, transparente y limpio, los botes de los pescadores se van acercando a la isla para vender su pescado fresco, chicharros y viejas aún enganchados en las redes, que brincan sobre el suelo de las pequeñas embarcaciones. Pasaremos sobre pueblos blancos que huelen a pan recién hecho y veremos a los labradores que, encorvados, trabajan sus vides o siembran papas y hortalizas. Al pasar por las plataneras algún perro guardián nos saludará con sus ladridos y la mujer del vigilante, que en el corral da de comer a las cabras y los conejos, lo silenciará a gritos para poder escuchar el canto de su hija mientras riega las flores del balcón. Alejándonos de la costa, seguiremos subiendo para acercarnos a los pinares que cubren las medianías de las altas montañas. Volaremos bajito para poder disfrutar del aroma de los pinos, que se cimbrean cadenciosos al compás de la brisa y, en uno de los claros del bosque, cubierto por una alfombra de florecillas blancas y amarillas, podremos descansar unos minutos antes de remontar el vuelo hacia la cima de las montañas. Marrones, negros, rojos, amarillos, blancos… infinitos colores indescriptibles son los de la tierra que cubre las cumbres, apenas sin vegetación, desde donde majestuoso, a lo lejos, se divisa el padre Teide con alguna que otra cana que, del pasado invierno, aún conserva en esta época. Nos adentraremos por las cañadas entre ríos de lava petrificada y llanuras de arena blanca y, al fin, estaremos a los pies del Teide, rodeados de sus guardianes, inmensos monolitos que, sin intención, te hacen sentir pequeño. Mientras se difumina la estela de colores rojos y naranja que, al caer la tarde, el sol ha dejado en el horizonte, esperaremos la llegada de la noche viendo cómo se va cubriendo de estrellas el cielo, tantas que parece no quedar lugar para una más y tan cerca que temeremos tropezar con ellas en nuestro vuelo. Lo aceptamos. Nunca nos crecerán alas. Pero aún tenemos nuestras manos para tocar el cielo… Autor Desconocido Feliz lunes¡¡¡ Hay momentos que invitan a la renovación y al cambio, a salir de las viejas formas y explorar nuevas opciones. El famoso cuento de la vaquita, me recordó lo importante que es salir de rutinas que ya no aportan nada y generar cambios… Atrévete y empuja la vaquita¡¡¡
A veces, por aferrarnos a lo que tenemos no podemos echar a andar… Un maestro samurai paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de realizar visitas, conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que obtenemos de estas experiencias. Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes: una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó: “En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?” El señor calmadamente respondió: “amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo.” El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue. En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó: “Busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela al barranco.” El joven espantado vio al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Mas como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden. Así que empujó la vaquita por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años. Un bello día el joven agobiado por la culpa resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín. El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático. El joven preguntó por la familia que vivía allí hacia unos cuatro años, el señor respondió que seguían viviendo allí. Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hacía algunos años con el maestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita) : “¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?” El señor entusiasmado le respondió: “Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora. La moraleja samurai nos dice: “Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra sobrevivencia, la cual convive con la rutina y nos hace dependientes de ella, y nuestro mundo se reduce a lo que la vaquita nos brinda”. Tú sabes cuál es tu vaquita, no dudes un segundo para empujarla por el precipicio. Es el momento de pasar a la acción y salir de la rutina cuanto antes! (Fuente: efrainalvarado.jimdo.com) Feliz viernes¡¡¡ Cómo cuesta, ver más allá, sobre todo cuando el más acá está lleno de dudas e incertidumbre. Hoy he recordado una canción maravillosa de Gloria Estefan que invita a abrir la mente y ver con el corazón…quizás esa sea la mejor forma de ver más allá de las circunstancias actuales… En el mundo hay tanta ilusión
Confundida con la realidad Buscamos riqueza pensando Que así encontraremos la felicidad Dejamos de ver tanta luz Escondida en la oscuridad Dejamos pasar los misterios Pensando que existe casualidad Tu corazón, ve más allá Abre tu mente, busca el camino de tu verdad Tu corazón, te enseñará Que no hay tesoro como la vida ya lo verás No temas ver más dentro de ti No abandones tu curiosidad Buscando respuestas llegamos A ver el destino con más realidad Tu corazón, ve más allá Abre tu mente, busca el camino de tu verdad Tu corazón, te enseñará Que no hay tesoro como la vida ya lo verás No se puede comprar El reflejo de la luna en el mar Un hermoso atardecer La alegría de querer Cuando logras ese sueño alcanzar A veces tu corazón te deja ver más allá Busca el camino de tu verdad Tu corazón, te enseñará No hay mejor tesoro que la vida Tu corazón, ve más allá Llegarás, ya lo verás, a tu verdad Tu corazón, te enseñará Que no hay tesoro como la vida ya lo verás Ya lo verás, Tu corazón… te enseñará Feliz jueves¡¡¡ Hay grandes leyes que gobiernan todo pensamiento, del mismo modo que hay leyes fundamentales en la química, la física y la mecánica… Así comienza Emmet Fox en su libro “Dale valor a tu vida” el apartado dedicado a las grandes leyes mentales que llevan a una persona a tener una vida exitosa. Hay siete grandes leyes que todos deberíamos conocer y PRACTICAR a diario: LEY DE LA SUSTITUCIÓN Esta ley dice que la única manera de librarse de cierto pensamiento es sustituirlo por otro. No se puede descartar directamente un pensamiento. Sólo puede substituírselo por otro. Si quiere suprimir un pensamiento negativo, la única forma de conseguirlo consiste en pensar en algo positivo y constructivo. Preste atención a algo muy distinto, negándose resueltamente a pensar en la dificultad o a recrearla y, más tarde, después que se haya alejado completamente del problema, puede regresar con confianza y afrontarlo. LA LEY DE LA RELAJACIÓN En todo trabajo mental, el esfuerzo se derrota a si mismo. Mientras más esfuerzo realice, menos resultados obtendrá. Cualquier intento de presión mental está destinado de antemano al fracaso porque en el momento en que comienza la tensión, la mente deja de funcionar con creatividad y se limita a trabajar según el viejo molde habitual. Cuando uno trata de forzar las cosas mentalmente, cuando uno trata de apresurarse mentalmente, sencillamente detiene su poder creador. Para que la mente vuelva a ser creativa, hay que suprimir su tensión mediante un relajamiento consciente. LEY DE LA ACTIVIDAD SUBCONSCIENTE No bien el subconsciente acepta cualquier idea, de inmediato trata de llevarla cabo. Utiliza todos sus recursos (que son mucho mayores de lo que se suele suponer) para ese fin. Utiliza todo ápice de conocimiento que uno haya acumulado, la mayor parte del cual se ha olvidado por completo, para conseguir su propósito. Moviliza los numerosos poderes mentales que uno posee, la mayoría de los cuales uno nunca emplea conscientemente. Aprovecha la energía ilimitada de la mente. Alinea todas las leyes de la naturaleza a medida que éstas operan tanto dentro como fuera de usted para obtener lo que persigue. A veces consigue inmediatamente su objetivo. A veces le toma un poco más de tiempo; otras veces, mucho tiempo, dependiendo de las dificultades que haya que superar. Pero si el objetivo no es completamente imposible, el subconsciente lo logrará, una vez que acepte la idea. La ley se cumple tanto con las ideas buenas como con las malas. Esta ley, cuando se utiliza negativamente, provoca enfermedades, problemas y fracasos; cuando se utiliza positivamente, genera salud, libertad y éxito. La armonía es inevitable cuando nuestros pensamientos son positivos, constructivos y generosos. Lo único que hay que hacer pues, es conseguir que el subconsciente acepte la idea que queremos reproducir, y las leyes de la naturaleza harán el resto: producirán el cuerpo sano, las circunstancias armoniosas, la carrera exitosa. Nosotros damos las órdenes; el subconsciente hace el trabajo. LA LEY DE LA PRÁCTICA La práctica conduce a la perfección. Ese familiar proverbio encierra una de las grandes leyes de la naturaleza humana, la cual – como es una ley – nunca, bajo ninguna circunstancia, se viola. Para ser hábil en cualquier campo, es preciso practicar. Sencillamente, no hay logro sin práctica, y mientras más se practique, siempre que se haga inteligentemente, mayor será la pericia y más pronto se la obtendrá. Esto se cumple en el estudio de la música, de un idioma, cuando se aprende a nadar, a patinar, a esquiar o a volar. Se cumple en todo aspecto imaginable de la actividad humana. La práctica es el precio de la pericia. LOS DOS FACTORES Todo pensamiento está integrado por dos factores: el conocimiento y el sentimiento. Un pensamiento está integrado por una porción de conocimiento con una carga de sentimiento y es solo el sentimiento el que da poder al pensamiento. Por importante o magnífico que sea el contenido de conocimiento, si no está vinculado a un sentimiento, no pasará nada. Por otra parte, por poco importante o insignificante que sea el contenido del conocimiento, si hay una carga de sentimiento, algo pasará. No importa que el contenido de conocimiento sea correcto o no, mientras uno crea que es correcto, recuerde que lo que importa es lo que creemos de verdad. Un informe sobre algo puede ser muy inexacto, pero si usted lo cree, tiene el mismo efecto sobre usted que si fuera cierto; y ese efecto, una vez más, dependerá de la cantidad de sentimiento que contenga. Cuando comprendemos esta Ley advertimos la importancia de aceptar sólo la Verdad concerniente a la vida en toda la fase de nuestra experiencia. No hay duda de que: “Conoced la Verdad, y la Verdad os hará libres.” Ahora comprendemos por qué los sentimientos negativos (el miedo, la crítica, etc.) son tan destructivos y por que una sensación de paz y de buena voluntad constituye un enorme poder de curación. AQUELLO EN LO QUE UNO PIENSA, CRECE Aquello en lo que uno piensa, crece. Esta es una máxima oriental, y resume las mayores y más fundamentales de todas las Leyes de la Mente. Aquello en lo que uno piensa, crece. Cualquier cosa a la que usted de acceso en su mente, se magnifica en su vida. El sujeto de su pensamiento puede ser bueno o malo; la ley funciona y la condición crece. Cualquier asunto que usted mantenga fuera de su mente, puede reducirse en su vida, pues lo que no se usa, se atrofia. Mientras más piensa en su indigestión o en su reuma, más se agravarán esos males. Mientras más piense que usted está sano, que está bien, mejor estará su organismo. Mientras más piense en las carencias, los malos tiempos, etc… peor andarán sus negocios; y mientras más piense en la prosperidad, la abundancia y el éxito, dará a su vida una proporción mayor de esos bienes. LA LEY DEL PERDÓN Es una ley mental inquebrantable que uno tiene que perdonar a otros si quiere superar las dificultades y lograr un verdadero progreso espiritual. Quizá la importancia vital del perdón no sea obvia a primera visita, pero puede estar seguro de que no es simple coincidencia que todo gran maestro espiritual, comenzando por Jesucristo, haya insistido tan enérgicamente en el perdón. Debe perdonar las injurias, pero no sólo de palabra o como una cuestión formal, sino sinceramente de corazón; así es. Usted no perdonará por el bien de otra persona, sino por su propio bien. Para esa persona el perdón no significará gran cosa (a menos que fije una serie de valores a partir del perdón), pero para usted tendrá una gran significación. El resentimiento, la condena, la ira, el deseo de ver a alguien castigado son cosas que corrompen su alma por muy astutamente que usted disimule esos sentimientos, como esas cosas tienen un contenido emocional más vigoroso de lo que cualquiera sospecharía le afianzan sus problemas, los remachan. Lo encadenan a muchos otros problemas que en realidad no tienen nada que ver con los agravios originales. Perdonar no significa que usted deba simpatizar con el delincuente o que quiera conocerlo, sino que usted debe desearle el bien. Usted, por supuesto, no debe permitir imposiciones o malos tratos; debe librar sus propias batallas, y librarlas con oraciones, justicia y buena voluntad no importa que usted pueda olvidar las injurias o no, aunque si usted deja de pensar en ellas, probablemente las olvide pero debe perdonar. Fuente: “Dale valor a tu vida” de Emmet Fox Feliz miércoles¡¡¡ |
AutorÁngeles Prol Archivo
Junio 2017
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