Un siddha llegó a tener poderes ocultos, lo cual hizo que comenzara a henchirse de vanidad. Sin embargo, en el fondo era un hombre bueno y había practicado muchas austeridades.
Para corregirlo, el Señor apareció ante él vestido de sannyasin y le dijo: «Señor, he oído que usted ha obtenido grandes poderes ocultos». El siddha lo recibió con gran respeto y le pidió que se sentara. En ese momento pasó por allí un elefante, y el sannyasin le dijo al siddha: «Bien, señor, ¿puede usted, si quiere, matar a ese elefante?» El siddha contestó: «Sí, puedo hacerlo», y tomando un puñado de tierra la tiró contra el elefante, pronunciando algunas palabras de encantamiento. De inmediato, el elefante cayó muerto. Entonces, el sannyasin exclamó: «Oh, ¡qué maravilloso es su poder! ¡Con qué facilidad ha matado usted al elefante! El siddha se sonrió al oír estas alabanzas. El sannyasin volvió entonces a preguntar: «Bien, y… ¿ puede usted volver otra vez al elefante a la vida?» «Sí, también puedo hacer eso», contestó el siddha, y tiró otro puñado de tierra sobre el elefante muerto, el cual volvió a la vida y se levantó enseguida. Al ver esto, el sannyasin observó: «¡Su poder es en verdad asombroso! Pero me gustaría hacerle una pregunta: usted mató al elefante y luego lo resucitó, pero… ¿qué beneficio le ha traído esto? ¿Para qué ha servido? Feliz miércoles¡¡¡
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El monje Lucas, acompañado de un discípulo, atravesaba una aldea. Un viejo preguntó al asceta:
¾Santo hombre, ¿cómo me aproximo a Dios? ¾Diviértete. Alaba al Creador con tu alegría ¾fue la respuesta. Los dos continuaron caminando. En este momento se acercó un joven: ¾¿Qué hago para aproximarme a Dios? ¾No te diviertas tanto ¾dijo Lucas Cuando el joven se hubo alejado, comentó el discípulo: ¾Parece que no sabe usted muy bien si debemos divertirnos o no. ¾La búsqueda espiritual es un puente sin barandillas atravesando un abismo ¾respondió Lucas¾. Si alguien está muy cerca del lado derecho le digo “ve hacia la izquierda”. Si se acercan al lado izquierdo, digo “hacia la derecha”. Porque los extremos nos alejan del Camino. Feliz martes¡¡¡ Un joven, deseoso de buscar el verdadero conocimiento, abandonó todo y resolvió llevar una vida errante, para dedicarse enteramente a la búsqueda de la sabiduría.
Estaba en una cierta zona de Asia, cuando oyó hablar en una ciudad de un hombre sabio que vivía en una montaña lejana, y que tenía la capacidad de fabricar oro de las piedras. Al oír esa historia, decidió ponerse en camino, encontrar a ese sabio, y pedirle que le enseñase ese maravilloso poder. Tras muchas jornadas de camino y penalidades, consiguió llegar al lugar donde vivía el alquimista, y le pidió que le enseñase el don de fabricar oro. El anciano le miró compasivo, le dio una escoba de barrer y le dijo: «Más tarde te enseñaré. Ahora, coge esta escoba y ponte a barrer». Cuando hubo terminado, el joven volvió a su petición, pero el anciano le dio un delantal, y le conminó a que se metiera en la cocina y preparase algo para comer. «Mañana te enseñaré lo que quieres saber —le dijo—. Hoy se ha hecho muy tarde». Al día siguiente, el alquimista encargó al muchacho multitud de tareas: cavar un campo de hortalizas que había cerca, arreglar el techo de la cabaña, ordeñar unas cabras… por la noche, el joven volvió a preguntar, pero obtuvo la misma respuesta: «Mañana». Pero el día siguiente fue igual que el anterior: trabajos y más trabajos. Y fueron pasando los días, las semanas, los meses y los años, y el muchacho no cesaba de trabajar, de encargarse de toda clase de faenas. De vez en cuando, le recordaba al anciano su demanda, pero siempre era igual la respuesta: «Mañana». Así, llegó el momento en que el muchacho, ya maduro, se olvidó de preguntar: Ya no recordaba la intención que le había llevado a aquel lugar. Se limitaba a trabajar y a descansar. Entonces, una mañana, el maestro le llamó y le dijo: «Muy bien, deja eso que estás haciendo y ven conmigo, porque voy a enseñarte ahora cómo fabricar el oro». El muchacho, que estaba regando la huerta, respondió inmediatamente, sin volver la cabeza: «Mañana, maestro, ahora estoy muy ocupado. Estas plantas necesitan agua». Feliz lunes¡¡¡ Estaba una hoja de papel sobre una mesa, junto a otras hojas iguales a ella, cuando una pluma, bañada en negrísima tinta, la mancho llenándola de palabras…
¿No podrías haberme ahorrado esta humillación? Dijo enojada la hoja de papel a la tinta. Tu negro infernal me ha arruinado para siempre. No te he ensuciado. Repuso la tinta. Te he vestido de palabras. Desde ahora ya no eres una hoja de papel, sino un mensaje. Custodias el pensamiento del hombre. Te has convertido en algo precioso. Feliz viernes¡¡¡ Cuando las cosas en la vida nos superan, cuando 24 horas al día no son suficientes, recuerda el bote de mayonesa y las dos cervezas:
Un profesor delante de su clase de filosofía, sin decir palabra, cogió un bote grande vacío de mayonesa y procedió a llenarlo de pelotas de golf. Después preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí. Así el profesor cogió una caja llena de canicas y la vació dentro del bote de mayonesa. Las canicas rellenaron los espacios vacíos entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar a los estudiantes si el bote estaba lleno y ellos volvieron a decir que sí. Después el profesor cogió una caja de arena y la vació dentro del bote. La arena llenó todos los espacios vacíos y el profesor preguntó de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes respondieron con un sí unánime. El profesor rápidamente sacó dos cervezas de debajo de la mesa y vació su contenido en el bote y efectivamente llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes rieron. Cuando pararon las risas el profesor dijo: Quiero que se den cuenta de que este bote representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan, son cosas que aunque perdiéramos todo lo demás y nada más nos quedaran estas, nuestras vidas aún estarían llenas. Las canicas son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche,…la arena es todo lo demás, las pequeñas cosas. Si ponemos la arena en el bote en primer lugar no habrá espacio para las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con nuestra vida, si utilizamos todo nuestro tiempo y nuestra energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos espacio para las cosas realmente importantes. Presten atención a las cosas cruciales para su felicidad: jueguen con sus hijos, dense tiempo para ir al médico, salgan con su pareja a cenar, practiquen su afición favorita. Ocupen su tiempo en las cosas que realmente importan, establezcan sus prioridades, el resto es sólo arena. Uno de los estudiantes levantó la mano y preguntó que representaba la cerveza. El profesor sonrió y dijo: “Me alegro de que hayas preguntado. La cerveza sólo muestra que no importa cuán ocupada tu vida pueda parecer, siempre hay lugar para un par de cervezas con un amigo.” Feliz jueves¡¡¡ Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas…
Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de menor tamaño, pero de 1 peso. Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos. Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió: – Lo sé señor, no soy tan tonto…, vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguito se acaba y no voy a ganar más mi moneda. El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente… Feliz miércoles¡¡¡ Un chico de 24 años viendo a través de la ventana del autobús gritó: “¡Papá, mira los árboles como van corriendo detrás!” el Papá sonrió y una pareja de jóvenes sentados cerca, miro al joven de 24 años con conducta infantil y murmuraron que ya estaba grande como para andar diciendo eso. De pronto, otra vez exclamó: ”¡Papá, mira las nubes están corriendo con nosotros!”…
La pareja no pudo resistirse y le dijo al anciano: “¿Por qué no llevas a tu hijo a un buen médico?” El anciano sonrió y dijo:“ya lo hice y apenas estamos viniendo del hospital, mi hijo era ciego de nacimiento, y hoy por primera vez puede ver” La pareja de jóvenes quisieron tragarse lo que habían dicho … Cada persona en el planeta tiene una historia. No juzgues a la gente antes de que realmente los conozcas. La verdad puede sorprenderte. Feliz martes¡¡¡ ¿Necesitas un empujoncito?
Imagina una piscina de cocodrilos. Un millonario promueve una fiesta en una de sus mansiones y, en determinado momento pide que la música pare y dice, mirando para la piscina de cocodrilos australianos… Quien se tire a la piscina, consiga atravesarla y salga vivo del otro lado ganará mis autos, mis aviones y mis mansiones. En ese momento, alguien salta a la piscina… La escena es impresionante. Lucha intensa, el intrépido se defiende como puede, sostiene la boca de los cocodrilos con pies y manos, tuerce la cola de los reptiles. Mucha violencia y emoción. ¡Parecía una película de Cocodrilo Dundee . Después de algunos minutos de terror y pánico, sale el valiente hombre de la piscina de cocodrilos, lleno de arañazos, hematomas y casi desnudo. El millonario se aproxima, lo felicita y le pregunta: ¿Dónde quiere que te entregue los autos y los aviones? Gracias, pero no quiero sus autos ni sus aviones. ¿Y las mansiones? Tengo una hermosa casa, no preciso de las suyas. Puede quedarse con ellas. No quiero nada que sea suyo. Impresionado, el millonario pregunta: – Pero si no quieres nada de lo que ofrecí, entonces ¿qué quieres? Y el hombre responde irritado: ¡Encontrar al mal nacido que me empujó a la piscina! Feliz lunes¡¡¡ Insuperable Gandhi¡
En este cuento de Gandhi se relata la historia de cuando Gandhi estudiaba Derecho en Londres, y un profesor de apellido Peters le tenía mala voluntad; pero, el alumno Gandhi nunca le bajó la cabeza y eran muy comunes sus encuentros: Un día Peters estaba almorzando en el comedor de la Universidad y el alumno viene con su bandeja y se sienta a su lado; el profesor, altanero, le dice: “Joven Gandhi, Ud. no entiende! Un puerco y un pájaro, no se sientan a comer juntos”; a lo que Gandhi le contesta: ” Esté Ud. tranquilo profesor, yo me voy volando” y, se cambió de mesa… El Señor Peters verde de rabia, decide vengarse en el próximo examen; pero, el alumno responde con brillantez a todas las preguntas… Entonces, le hace la siguiente interpelación: “Gandhi, Ud. va caminando por la calle y se encuentra con una bolsa, dentro de ella está la sabiduría y mucho dinero, ¿cuál de los dos se lleva? “… Gandhi responde sin titubear: “¡Claro que el dinero, profesor!” El profesor sonriendo le dice ” Yo, en su lugar, hubiera agarrado la sabiduría, ¿no le parece?”… Gandhi responde: ” Cada uno toma lo que no tiene profesor”… El profesor Peters, histérico ya, escribe en la hoja del examen: “IDIOTA” y se la devuelve al joven Gandhi… Gandhi toma la hoja y se sienta… Al cabo de unos minutos se dirige al profesor y le dice: “Profesor Peters, Ud. me ha firmado la hoja, pero no me puso la nota…” Feliz viernes¡¡¡ Hace muchos años, en una pequeña ciudad vivía un zapatero remendón, que como zapatero no era muy bueno, que digamos…
Todas las suelas que ponía estaban torcidas, o se acababan cayendo a los pocos días… Por eso, con el tiempo ya nadie confiaba en él, y no le compraban sus zapatos… Un día, harto de pasar hambre porque nadie le compraba sus zapatos, el zapatero se puso a pensar muy seriamente en qué podría hacer para salir de esa triste situación. Y pensando-pensando se le ocurrió una idea: “¿Por qué no me hago pasar por doctor, y vendo un remedio maravilloso contra todas las enfermedades? ¡Seguro que me haré rico!” Y eso, ni más ni menos, es lo que hizo: con zumo de limón, aceite de ricino, sal, pimienta, y agua, ¡hizo un brebaje que vaya lo mal que sabía! Y con un barril bien lleno se fue al pueblo de al lado, donde nadie le conocía, diciendo… “¡Comprad mi jarabe, y en un abrir y cerrar de ojos, diréis adiós a vuestras enfermedades! ¿Y sabéis qué? La gente lo creyó… Al principio, un viejecito lleno de achaques le compró un pote… Se lo bebió, y como el falso médico le dijo que gracias a él se le irían todos los males, ¡se fue a su casa más contento que unas pascuas! ¿Y creéis que ese anciano se curó? ¡Qué va! Al revés, se sintió peor que nunca: pero para no parecer tonto le dijo a sus vecinos que ahora se sentía mucho mejor… Así que al poco rato éstos empezaron a pedirle al falso médico más y más mejunje de ese… ¿Sabéis qué pasaba en realidad cuando te lo bebías? Os lo explicaré: Primero te volvías morado, luego amarillo, y después azul… Y la cara se te ponía muuuy larga… Así. Al poco tiempo, el zapatero-médico era conocido en todo el país, y se había hecho muy rico vendiendo su falso remedio. ¿Y sabéis qué? Se hizo tan famoso que hasta el rey le llamó para pedirle un botellín de su jarabe maravilloso… “Buen médico, ¿qué me pides si me das un botellín de tu jarabe? Tienes que saber que ningún médico ha podido curar mi mal… Y tú eres ahora mi única esperanza de salvación…” ¡Oh! Qué miedo sintió de repente el falso médico: sabía que si el rey se lo tomaba, éste no mejoraría. Al revés: seguro que empeoraría, y ¡entonces lo mandaría colgar por haberle envenenado! Así que decidió decirle la verdad… “Alteza… No se beba este jarabe: sepa que todo es un engaño. Lo he hecho sólo por hacerme rico a costa de la confianza y la buena fe de los demás” ¡Oh! Cómo se enfadó el rey cuando oyó la confesión del falso médico. Tanto, ¡que le ordenó que se bebiera todo su jarabe… De un trago! Y se volvió primero morado, luego amarillo, y finalmente azul… Y la cara se le puso… ¡Así de larga! Afortunadamente, con paciencia y el buen hacer de los médicos de verdad, el rey se pudo curar… Y el resto de las víctimas del falso médico también… Y por lo que se refiere a éste… ¡Tras un año en la mazmorra más oscura del reino, volvió a su trabajo como zapatero remendón! Pero esta vez intentó hacerlo un poco mejor… Y al final, ¡hasta consiguió aprender el oficio! Feliz jueves¡¡¡ |
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Junio 2017
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