Un siddha llegó a tener poderes ocultos, lo cual hizo que comenzara a henchirse de vanidad. Sin embargo, en el fondo era un hombre bueno y había practicado muchas austeridades.
Para corregirlo, el Señor apareció ante él vestido de sannyasin y le dijo: «Señor, he oído que usted ha obtenido grandes poderes ocultos». El siddha lo recibió con gran respeto y le pidió que se sentara. En ese momento pasó por allí un elefante, y el sannyasin le dijo al siddha: «Bien, señor, ¿puede usted, si quiere, matar a ese elefante?» El siddha contestó: «Sí, puedo hacerlo», y tomando un puñado de tierra la tiró contra el elefante, pronunciando algunas palabras de encantamiento. De inmediato, el elefante cayó muerto. Entonces, el sannyasin exclamó: «Oh, ¡qué maravilloso es su poder! ¡Con qué facilidad ha matado usted al elefante! El siddha se sonrió al oír estas alabanzas. El sannyasin volvió entonces a preguntar: «Bien, y… ¿ puede usted volver otra vez al elefante a la vida?» «Sí, también puedo hacer eso», contestó el siddha, y tiró otro puñado de tierra sobre el elefante muerto, el cual volvió a la vida y se levantó enseguida. Al ver esto, el sannyasin observó: «¡Su poder es en verdad asombroso! Pero me gustaría hacerle una pregunta: usted mató al elefante y luego lo resucitó, pero… ¿qué beneficio le ha traído esto? ¿Para qué ha servido? Feliz miércoles¡¡¡
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Junio 2017
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