La gran artista mejicana Frida Khalo nos dejó un precioso legado de pasiones convertidas en trazos y color... Tras un grave accidente de tranvía, Frida acabó postrada en un cama y comenzó a pintar durante su dura convalecencia, porque prefirió expresar el dolor en arte antes que en lamento y desidia. Creó belleza a partir del sufrimiento.
¿Qué nos pasa? Nos quejamos por no tener, por lo que nos falta, teniendo mucho en realidad, más de lo que otras muchas personas podrían imaginar y desear. No nos damos cuenta de que quizás lo más importante ya lo tenemos. Algunos viven pendientes de las carencias, dando alas a la frustración, y no valoran lo que tienen a su alrededor (y que nadie les habrá regalado, sino que será resultado de su propia lucha y esfuerzo). Esperando la gran ola, nos perdemos el encanto de las pequeñas. Anhelando la gran felicidad, la FELICIDAD, no nos percatamos de los momentos felices que encierran las pequeñas cosas de la vida, la cotidianeidad. Quizás la felicidad se escribe con letras minúsculas. Para finalizar, te propongo un ejercicio: anota (no vale sólo pensarlo) todas aquellas cosas por las que te sientas agradecido/a, todo lo positivo que haya en tu vida, incluso en tu cuerpo. Te sorprenderás con la cantidad de cosas positivas que contendrá esa lista (si le dedicas tiempo y la haces a conciencia) y por las que podrías sonreír. Feliz viernes¡¡¡
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Junio 2017
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