Se dice que el discípulo de un venerable sabio, estaba extrañado y sorprendido de que su maestro estuviese siempre sonriente y feliz, a pesar de las dificultades que tenía en la vida.
Intrigado, un día, le preguntó: – Maestro, ¿cómo es que siempre se te ve tan contento y satisfecho? El maestro le respondió: – Amigo mío, no hay secreto alguno en esto. – Cada mañana cuando me despierto, me hago la misma pregunta a mí mismo: – ¿Qué escojo hoy? ¿Alegría o tristeza? – Y siempre escojo alegría. Feliz Miércoles¡¡¡
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Junio 2017
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