Todo pensamiento consciente repetido durante una temporada, se convierte en un programa. Por tanto, ¿qué ocurre cuando has pensado conscientemente durante una serie de años soy un fracasado? Sin pretenderlo siquiera, te has implantado un programa automático que conseguirá arruinarte sin el menor esfuerzo. Cuando eres consciente de ello, es el momento. Pero ser positivo un día a la semana no resulta. Fortalecer la mente se parece un poco a la gimnasia corporal. Disciplina tu mente durante todos los días de tu vida y verás cambios que no podrías imaginar... Aquí van algunas pautas para que puedas aplicarlas inmediatamente:
1.- Tomar el hábito de anotar aquellas situaciones de la vida cotidiana que nos hacen sentir mal, formulándonos las siguientes preguntas: a) ¿Cuál es la situación concreta que me ha hecho sentir mal?, b) ¿Cómo me he sentido/ me siento?. 2.- Plantearnos: ¿Qué conclusiones he sacado de esta situación?, ¿qué he pensado cuando me ha ocurrido esto, qué imágenes, recuerdos, etc. se han cruzado por mi cabeza?. Si no puedo responder a esto, también puedo preguntarme: ¿Qué intuyo que puedo haber pensado de esto que me haya hecho sentir mal, aunque no esté del todo segura/o? o si le hubiera ocurrido lo mismo a otra persona, ¿qué podría haber pensado él/ella? Al principio puede no ser fácil responder a esto, pero es una cuestión de práctica. A medida que nos vayamos esforzando por contestar a esas preguntas, las respuestas irán saliendo cada vez de forma más fluida. 3.- Preguntarnos: ¿Qué mecanismos mentales o formas de pensamiento distorsionado he aplicado?, ¿de qué forma he deformado, exagerado o minimizado la realidad para llegar a dichas conclusiones?, ¿qué evidencias -hechos objetivos- tengo de que las cosas son tal como yo las interpreto y no de otra forma?, ¿Qué no he tenido en cuenta? 4.- Preguntarnos: ¿De qué otra forma más positiva podría enfocar la situación?, ¿podría hacer algo, por pequeño o insignificante que sea, para mejorar la situación o que me hiciera sentir mejor?, ¿qué le aconsejaría a una amiga/o mía en una situación similar?. 5.- Ante situaciones difíciles, evitar preguntas victimistas o debilitantes del estilo de: ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? o ¿qué voy a hacer ahora? o afirmaciones del tipo esto es insoportable. En su lugar, plantearnos preguntas que nos den sentimientos de fuerza y esperanza, o que nos indiquen alguna opción alternativa: ¿Qué puedo hacer para resolver esto?, ¿qué opciones tengo que todavía no he probado?, ¿qué datos de la realidad podrían contradecir mis conclusiones más pesimistas?, ¿qué tiene de bueno esta situación?, ¿qué podría aprender de ella?, etc. Y atento al post de mañana. Te daré algunos enfoques para generar una actitud vitalista que te empodere… feliz jueves¡¡¡
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
AutorÁngeles Prol Archivo
Junio 2017
Categorías |