El discípulo fue a visitar al maestro en el lecho de muerte…
– “Déjame en herencia un poco de tu sabiduría”, le pidió. El sabio abrió la boca y pidió al joven que se la mirara por dentro – “¿Tengo lengua?” – “Seguro”, respondió el discípulo. – “¿Y los dientes, tengo aún dientes?” – “No”, replicó el discípulo. “No veo los dientes.” – “¿Y sabes por qué la lengua dura más que los dientes? Porque es flexible. Los dientes, en cambio, se caen antes porque son duros e inflexibles. Así que acabas de aprender lo único que vale la pena aprender.” (Autor: Bruno Ferrero) Feliz jueves¡¡¡
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En una antigua abadía europea donde hacen vida de clausura un desconocido número de monjes, un feligrés se acercó al abad y le dijo: ….
– He observado que en la iglesia todos los monjes se sientan a la derecha, detrás de unas gruesas rejas metálicas. – Así es – contestó el abad – Eso me parece inútil y hasta falso – ¿Por qué, señor? – ¿Acaso ustedes no hacen votos de castidad? – Por supuesto que sí. – Pues si hacen este voto, ¿de qué sirven las rejas? y si ponen las rejas, ¿de qué sirve el voto? Con calma y serenidad el abad contestó: – Mi estimado señor, estas rejas no son para prohibir salir a los monjes del lugar, son para que el público no entre a profanar el silencio de este recinto con su curiosidad morbosa. Luego tomó el cordón que colgaba de su cintura y le dijo: – Mire, cada uno de nosotros tiene al final de su cordón una llave que abre una pequeña puerta que está al final del jardín. Ella conduce al mundo exterior. Nadie nos obligó a entrar al claustro, nadie nos obliga a permanecer en él y si queremos salir podemos hacerlo cuando nos plazca. En eso consiste la verdadera libertad, en tener la posibilidad de elegir. El silencio fue elocuente, entonces el abad agregó: – Muchos de los que están afuera solo ven nuestras rejas y creen que nosotros somos los prisioneros mientras ellos gozan de libertad. Sin embargo no se dan cuenta que ellos son los prisioneros de sus prejuicios, de sus rutinas, del trabajo que no les gusta, de las limitaciones que ellos mismos se han impuesto, del ¿qué dirán?, y de tantas otras cosas. Ellos están tan preocupados por ver las rejas de los demás que han olvidado que ellos también tienen una llave que abre a placer el camino de salida, el camino del cambio. Esta llave abre las puertas de la reflexión, de la auto-superación, de la motivación, del optimismo, de la perseverancia, del valor, del ánimo, del amor y de tantos otros valores que están dormidos dentro de nosotros mismos a la espera de ser llamados. (Fuente: cuentos para pensar y vivir) Feliz miércoles¡¡¡ Una joven había tomado clases de ballet durante toda su infancia, y había llegado el momento en que se sentía lista para entregarse a la disciplina que la ayudaría a convertir su afición en profesión. Deseaba llegar a ser primera bailarina y quería comprobar si poseía las dotes necesarias, de manera que cuando llegó a su ciudad una gran compañía de ballet, fue a los camerinos luego de una función, y habló con el director.
-Quisiera llegar a ser una gran bailarina, le dijo, pero no sé si tengo el talento que hace falta. -Dame una demostración, le dijo el maestro. Transcurridos apenas 5 minutos, la interrumpió, moviendo la cabeza en señal de desaprobación. -No, no tiene usted condiciones. La joven llegó a su casa con el corazón desgarrado, arrojó las zapatillas de baile en un armario y no volvió a calzarlas nunca más, se casó, tuvo hijos y cuando se hicieron un poco mayores, tomó un empleo de cajera en un supermercado. Años después asistió a una función de ballet, y a la salida se topó con el viejo director que ya era octogenario, ella le recordó la charla que habían tenido años antes, le mostró fotografías de sus hijos y le comentó de su trabajo en el supermercado; luego agregó: -Hay algo que nunca he terminado de entender. ¿Cómo pudo Usted saber tan rápido que yo no tenía condiciones de bailarina? -Ahhh, apenas la miré cuando usted bailó delante de mí, le dije lo que siempre le digo a todas, le contestó. -¡Pero eso es imperdonable! exclamó ella, ¡arruinó mi vida, pude haber llegado a ser primera bailarina! -No lo creo, repuso el viejo maestro. Si hubieras tenido las dotes necesarias, no habrías prestado ninguna atención a lo que yo dije. Feliz Viernes¡¡¡ |
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Junio 2017
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