Estamos a las puertas de una gran despedida y casi listos para la gran fiesta... Y que mejor forma de despedir a alguien que agradeciendo y honrando su estancia con nosotros.
Ha estado 365 días a nuestro servicio. Nos ha acompañado en todas y cada una de nuestras vivencias. Ni se olvidó de ningún amanecer ni de ningún anochecer Fue fiel y respetó todas las estaciones. Nos permitió disfrutar, reír, llorar, amar, perdonar, decepcionarnos, ilusionarnos, aprender, conquistar… Y ahora que termina su momento, pero que por fortuna, el tuyo y el mío continúan… Quiero agradecer al Sr. 2014, por las oportunidades, los sueños, los aprendizajes, las vivencias, las nueva relaciones, las ganancias, las pérdidas, los éxitos y los fracasos por la profundidad y el respeto que han forjado carácter en mí, por el engrandecimiento y la nueva visión¡¡¡ GRACIAS 2014¡¡¡ Con este poema del Maestro Mario Benedetti quiero lanzar un mensaje de esperanza a todas las personas que están pasando por algún tipo de dificultad y ahora que este año termina, es necesario tomar impulso para comenzar un 2015 lleno de éxitos,,, No importa si en el año que estamos a punto de cerrar no has conseguido todo lo querías, aquello con lo que soñabas…ni importa si has tenido que luchar contra dificultades que no esperabas, no importa si te han hecho daño… Bueno, importar si importa, pero eso ya no se puede cambiar…lo que sí puedes hacer es tomar nuevas fuerzas para nuevos comienzos…por eso mi mensaje de hoy va dirigido a todos aquellos que están pensando en tirar la toalla…NO TE RINDAS…todavía tienes muchos recursos y talentos por descubrir… ¿Qué tal de fiestas? Espero que las hayáis disfrutado mucho y que Papá Noel os haya traído todo lo que le habéis pedido. Y para recuperar la silueta después de tanta comida rica, que tal un aporte extra de energía, entusiasmo y empatía? Queman calorías... Cuando estamos disfrutando todo funciona mejor: el cuerpo, la mente, las relaciones…por eso es tan importante saber mantener nuestra energía en estado óptimo, esto ayuda a generar entusiasmo y nos volvemos más empáticos.
Te propongo una breve guía para elevar tu energía con entusiasmo y volverte más empático: 1.- Toma suficiente agua para mantener un buen nivel de hidratación. Los expertos aconsejan 2 litros diarios 2.- Elige una actividad que te guste y que implique mover el cuerpo para favorecer la eliminación de energía estancada 3.- Ponte a dieta mental de pensamientos y emociones negativos. Con 7 días bastará para reprogramar tu cerebro. Sí, sé que no es fácil. Posiblemente sea la dieta más difícil que hayas hecho, pero merece la pena. Consiste en que durante 7 días te negarás a albergar cualquier pensamiento negativo. No consiste en no tenerlos, que los tendrás, sino en no darles albergue, recházalos y sácalos de tu mente centrándote en algo más poderoso y productivo 4.- Contacta con personas que te estimulen, por las que te sientas apoyado y que saquen lo mejor de ti 5.- Cuida tu alimentación: que tu alimento sea tu medicina, decía Hipócrates. Observa lo que comes y cómo reacciona tu cuerpo frente a eso. ¿Te dan energía los alimentos que estas ingiriendo o te la restan? En mi caso, cuando retiré el trigo, los lácteos y el azúcar de mi dieta, aumentó mi nivel de energía dramáticamente; eso elevó mi entusiasmo por conocer más sobre el funcionamiento de mi cuerpo y mi empatía con mi propio cuerpo y con las personas que no sabían cómo gestionar sus bajos niveles de energía. Espero que esta breve guía te sirva para comenzar a vivir con las 3 E´s¡¡¡ Feliz fin de semana¡¡¡ Hoy os traigo un artículo de la Dr. Diane Pérez, en el que explica cómo la sensación de vacío interno no es causada por condiciones externas y que en nosotros mismos se halla la solución... ¿Te ocurre seguido que te sientes vacío en tu interior? ¿Crees que otras personas deberían llenar ese hueco que hay dentro de ti? Descubre las verdaderas causas del vacío interior y aprende a contrarrestarlo.
Muchas son las personas que se sienten vacías y la mayoría tiene creencias completamente falsas sobre el origen de dicha sensación. A continuación enlisto algunas de estas falsas creencias: Mi pareja no me ama lo suficiente y no me presta la atención que requiero, no tengo pareja, mi trabajo no me resulta satisfactorio, no soy lo suficientemente exitoso/a, no tengo suficiente dinero, no tengo con quien salir los fines de semana, no obtengo suficiente afecto de amigos y familiares, no tengo suficiente sexo. Resulta que ninguna de estas situaciones es una causa real de vacío interno. Y ¿qué es lo que generalmente hacemos para tratar de llenar ese vacío? Ingerimos sustancias como comida, dulces, alcohol, cigarros o drogas, nos aferramos a actividades como ver la televisión, navegar por internet, tener sexo, jugar con la computadora, salir de compras, jugar juegos de azar, hablar por teléfono o mandar correos electrónicos. Tratamos de llamar la atención de otros siendo amables o por el contrario reclamándoles. Hay muchas sustancias, comportamientos o actividades que las personas hacen en forma adictiva para tratar de llenar ese vacío interno y esto puede funcionar momentáneamente, pero no por mucho tiempo. Muy pronto, la sensación de vacío regresa y nuevamente uno comienza la búsqueda de alguna actividad para llenarla. El problema es que con estos comportamientos solo se logra tratar en forma paliativa el vacío interno pero no se elimina la causa. Los expertos consideran que existe una sola forma de llenar el vacío interno y es el amor y que la única causa que origina la sensación de vacío interno es la falta de amor. Pero no se trata de la falta de amor procedente de otra persona lo que ocasiona la sensación de vacío, sino la falta de amor por uno mismo, el auto-abandono. El vacío interno proviene de la ausencia de conexión entre nuestra fuente de amor espiritual (para algunos puede ser Dios y para otros alguna fuente de paz y armonía) y emplearla en nuestro beneficio propio. Al auto-juzgarnos, al ignorar nuestros sentimientos y anularlos mediante sustancias o procesos adictivos y haciendo responsables a otros de nuestros sentimientos, siempre estaremos vacíos. Los expertos en la materia consideran que nosotros mismos somos los responsables de nuestro propio vacío al auto-abandonarnos. Nuestro ego lastimado suele estar repleto de falsas creencias con respecto a quienes somos. Nos hace considerarnos inadecuados, no merecedores de amor, no lo suficientemente buenos, no importantes, egoístas, equivocados y malos en general. Nuestro ego lastimado opera en nuestra contra para hacernos sentir que estamos intrínsecamente derrotados. Si bien estas creencias están programadas en nuestro cerebro, no tienen una base real, pero son capaces de dominar nuestra vida. Cuando uno no se siente lo suficientemente bueno, tiende a buscar la aprobación de los demás o a tener una adicción para sentirse mejor, con la finalidad de llenar esa sensación de vacío ocasionada por auto-juzgarnos y auto-abandonarnos. Para llenar nuestro vacío interno tenemos que aprender a querernos. La realidad de quienes somos se encuentra en nosotros mismos y en nuestra fuente de espiritualidad, cualquiera que ésta sea. Cuando nos abrimos a aprender con una guía superior acerca de la realidad de quienes somos y lo que verdaderamente significa la acción de amarnos a nosotros mismos y al prójimo, permitimos el ingreso de ese amor que llenará la sensación de vacío interno. Esto se puede lograr centrando nuestra atención en nosotros mismos y en los sentimientos positivos que podemos ofrecer a los demás. Hay que dejar a un lado las conductas defensivas que buscan alejarnos del dolor o evadir la responsabilidad. Debemos atender nuestras necesidades espirituales, llenarnos de ese amor hacia nosotros mismos y lograr proyectarlo hacia quienes nos rodean sin juzgarlos ni reprenderlos. Te dejo un vídeo que espero que te guste: Después de este fin de semana tan navideño ya, lleno de compromisos, cenas y apurando las últimas compras, os traigo la continuación del post del viernes. Allí hablamos de tomar buenas decisiones y de lo que según J. Maxwell eran las principales áreas en las que sería importante centrarse. Hoy vamos a añadir un ingrediente más... Tomar buenas decisiones está muy bien, es el principio para conseguir algo de valor, pero si se quedan en papel mojado, no sirven de nada. La ejecución eficiente es la clave y al respecto de esto cito textualmente lo que dice el Sr. Maxwell:
“El primer ingrediente del éxito, tomar buenas decisiones, carece de valor sin el segundo, que es practicar la buena disciplina. Seamos sinceros, todos quieren estar delgados, pero nadie quiere estar a dieta. A todos nos gusta vivir por mucho tiempo; pocos quieren hacer ejercicio. Todo el mundo quiere dinero, pero pocos están dispuestos a trabajar duro” Creo que no se podría expresar mejor. La disciplina, es clave en la ejecución de cualquier proyecto y eso implica saber gestionar los sentimientos de dolor a corto plazo y capitalizarlos como placer a largo plazo. Las personas de éxito superan sus sentimientos y se hacen al hábito de hacer las cosas que a la gente sin éxito no le gusta hacer. Los parámetros del éxito son comenzar y terminar. Las decisiones nos ayudan a comenzar. La disciplina nos ayuda a terminar. La mayoría de las personas quieren evitar el dolor, y la disciplina a menudo es dolorosa. Pero necesitamos reconocer que en realidad hay dos tipos de dolor cuando se trata de nuestra conducta diaria. Está el dolor de la autodisciplina y el dolor del lamento. Lo que quizás no te has parado a pensar es que el dolor de la autodisciplina es momentáneo, pero el resultado es duradero. Merece la pena… 30 minutos de ejercicio diario aumentan nuestra salud; levantarse media hora antes y darte el tiempo de centrarte y concentrarte en lo que vas a hacer repasando tu agenda, te aporta seguridad y calma; hacer esa llamada que no te apetece pero que tienes que hacer, te quita estrés y te da poder… Cuántas cosas hay que aunque impliquen un grado de dolor o malestar inicial, una vez hechas te llenan de poder… Te animo a conquistar esa parte de ti mismo que te está esperando y a descubrir que sí puedes, que puedes hacerlo, que el dolor por grande que sea, tu eres mayor que él… Tú eres mayor que cualquier obstáculo que se interponga en tu camino¡¡¡ Feliz lunes¡¡¡ Este fin de semana, Papá Noel abrirá las últimas cartas y estará preparando con esmero los regalos para repartirlos en todo el mundo. Hoy le envié mi carta urgente y con acuse de recibo por si las moscas... He pedido un poco de todo y para todos. Esperando que a ti te traiga también todo lo que anhelas. Te he puesto en mi carta para que Papá Noel se esmere.
Una de las cosas más importantes que he pedido para 2015 es la sabiduría y la inteligencia para tomar buenas decisiones y ser capaz de ejecutarlas con eficiencia. Y pensando en las áreas de mi vida en las que necesito tomar buenas decisiones, me encontré con un artículo de John Maxwell que me facilitó mucho la tarea. Él dice que una persona comienza a crear una mejor vida, cuando se resuelve a tomar buenas decisiones, pero esto solo no basta. Necesita saber qué decisiones tomar. Para ello ha creado lo que denominó, “La docena diaria” y estas 12 buenas decisiones son: 1.- Actitud: escoger y mostrar cada día las actitudes adecuadas 2.- Prioridades: determinar y actuar cada día de acuerdo a las prioridades importantes 3.- Salud: conocer y seguir cada día pautas saludables 4.- Familia: comunicarse con la familia cada día y cuidarla 5.- Pensamientos: practicar y desarrollar cada día buenos pensamientos 6.- Compromisos: Hacer y cumplir cada día los compromisos adecuados 7.- Finanzas: gane el dinero y administre bien las finanzas cada día 8.- Fe: profundizar y vivir cada día la fe 9.- Relaciones: iniciar e invertir cada día en relaciones sólidas 10.- Generosidad: planificar y modelar cada día la generosidad 11.- Valores: adoptar y practicar buenos valores cada día 12.- Crecimiento: Buscar y experimentar mejoras cada día Y concluye diciendo que si una persona resuelve estos doce asuntos tomando las decisiones adecuadas en cada esfera y luego las tiene bajo control a diario, tendrá éxito Y sabiendo que el cambio perdurable no ocurre en un momento, sino que es un proceso, creo que estos 12 puntos son un buen comienzo para experimentar algo extraordinario ¿No crees? Muy feliz fin de semana¡¡¡ Este cuento relata como todo depende de nuestra percepción y cómo a veces ésta nos puede jugar malas pasadas... Esta era una vez un rey que estaba en busca de la felicidad ya que aun cuando tenía todos los placeres a su alcance debido a su inmensa riqueza, siempre se sentía vacio y nunca estaba satisfecho con lo que poseía.
Tal era su infelicidad que admiraba a uno de sus sirvientes más pobres, que sin importar su condición económica, irradiaba dicha y gozo sincero por la vida. Motivado por lo anterior, fue con el sabio del reino a solicitar su consejo y le pregunto: ¿Cómo es posible que uno de mis sirvientes, aun siendo pobre sea más feliz que yo, el gran rey? El sabio hizo una pausa y le contesto: Para poder explicarte la razón de tu infelicidad y de casi todos los hombres, necesito que comprendas EL EFECTO 99. ¿Y qué significa eso? pregunto el rey. Para que lo puedas comprender necesito que consigas un costal con 99 monedas de oro. Ya que lo hayas conseguido ven y podré explicarte. El Rey ni tardo ni perezoso fue de inmediato a conseguir lo que el sabio le había pedido y regreso con el. El sabio le dijo que lo que seguía para poder comprender EL EFECTO 99 era que siguieran a escondidas al sirviente hasta su casa, cosa que hicieron esa misma noche. Cuando el sirviente entro a su casa, el sabio puso el costal con las 99 monedas en la entrada de su casa, toco a la puerta y corrió a ocultarse junto con el rey. Cuando el sirviente salió, vio el costal, lo recogió y se metió de nuevo a su hogar. El sabio y el rey prosiguieron a espiarlo desde la ventana. Cuando abrió el costal, el sirviente quedo asombrado con su contenido, estaba encantado y sin perder tiempo comenzó a contar todas las monedas. Cuando terminó el conteo, se rascó intrigado la cabeza y comenzó de nuevo el conteo ya que el suponía que le hacía falta una moneda para completar las 100. Al terminar el segundo recuento el sirviente se desespero y comenzó a buscar debajo de la mesa sin rastro alguno de esa moneda perdida, por lo que comenzó a angustiarse. Fue entonces cuando el sabio le dijo al Rey: Te das cuenta, eso es justamente a lo que me refería con el efecto 99. El sirviente, al igual que tu, han dejado de valorar la mayoría de sus bendiciones para enfocarse en los pequeños detalles que “creen” les hacen falta. En ello radica la infelicidad del ser humano. Feliz jueves¡¡¡ No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego. También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita sea! Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente… Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años. Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo. Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta. Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado. De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante. En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos-, si está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando. Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice. El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia. Feliz jueves¡¡¡ |
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Junio 2017
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