La historia dice que este hombre… Fracasó en los negocios y cayó en bancarrota en 1831.
Fue derrotado para la Legislatura de 1832. Su prometida murió en 1835. Sufrió un colapso nervioso en 1836. Fue vencido en las elecciones de 1836 y en las parlamentarias de 1843,1846, 1848 y 1855. No tuvo éxito en su aspiración a la Vicepresidencia en 1856, y en 1858 fue derrotado en las elecciones para el Senado. Este hombre obstinado fue Abraham Lincoln, elegido presidente de Estados Unidos en 1860. Lección: Fracasa el que abandona Feliz miércoles¡¡¡
0 Comentarios
Pedro era un niño muy vivaracho. Todos le querían: su familia, sus amigos y sus maestros. Pero tenía una debilidad. – ¿Cual? ... Era incapaz de vivir el momento. No había aprendido a disfrutar el proceso de la vida. Cuando estaba en el colegio, soñaba con estar jugando fuera. Cuando estaba jugando soñaba con las vacaciones de verano. Pedro estaba todo el día soñando, sin tomarse el tiempo de saborear los momentos especiales de su vida cotidiana.
Una mañana, Pedro estaba caminando por un bosque cercano a su casa. Al rato, decidió sentarse a descansar en un trecho de hierba y al final se quedó dormido. Tras unos minutos de sueño profundo, oyó a alguien gritar su nombre con voz aguda. Al abrir los ojos, se sorprendió de ver una mujer de pie a su lado. Debía de tener unos cien años y sus cabellos blancos como la nieve caían sobre su espalda como una apelmazada manta de lana. En la arrugada mano de la mujer había una pequeña pelota mágica con un agujero en su centro, y del agujero colgaba un largo hilo de oro. La anciana le dijo: “Pedro, este es el hilo de tu vida. Si tiras un poco de él, una hora pasará en cuestión de segundos. Y si tiras con todas tus fuerzas, pasarán meses o incluso años en cuestión de días” Pedro estaba muy excitado por este descubrimiento. “¿Podría quedarme la pelota?”, preguntó. La anciana se la entregó. Al día siguiente, en clase, Pedro se sentía inquieto y aburrido. De pronto recordó su nuevo juguete. Al tirar un poco del hilo dorado, se encontró en su casa jugando en el jardín. Consciente del poder del hilo mágico, se cansó enseguida de ser un colegial y quiso ser adolescente, pensando en la excitación que esa fase de su vida podía traer consigo. Así que tiró una vez más del hilo dorado. De pronto, ya era un adolescente y tenía una bonita amiga llamada Elisa. Pero Pedro no estaba contento. No había aprendido a disfrutar el presente y a explorar las maravillas de cada etapa de su vida. Así que sacó la pelota y volvió a tirar del hilo, y muchos años pasaron en un solo instante. Ahora se vio transformado en un hombre adulto. Elisa era su esposa y Pedro estaba rodeado de hijos. Pero Pedro reparó en otra cosa. Su pelo, antes negro como el carbón, había empezado a encanecer. Y su madre, a la que tanto quería, se había vuelto vieja y frágil. Pero el seguía sin poder vivir el momento. De modo que una vez más, tiró del hilo mágico y esperó a que se produjeran cambios. Pedro comprobó que ahora tenía 90 años. Su mata de pelo negro se había vuelto blanca y su bella esposa, vieja también, había muerto unos años atrás. Sus hijos se habían hecho mayores y habían iniciado sus propias vidas lejos de casa. Por primera vez en su vida, Pedro comprendió que no había sabido disfrutar de las maravillas de la vida. Había pasado por la vida a toda prisa, sin pararse a ver todo lo bueno que había en el camino. Pedro se puso muy triste y decidió ir al bosque donde solía pasear de muchacho para aclarar sus ideas y templar su espíritu. Al adentrarse en el bosque, advirtió que los arbolitos de su niñez se habían convertido en robles imponentes. El bosque mismo era ahora un paraíso natural. Se tumbó en un trecho de hierba y se durmió profundamente. Al cabo de un minuto, oyó una voz que le llamaba. Alzó los ojos y vio que se trataba nada menos que de la anciana qu muchos años atrás le había regalado el hilo mágico. “¿Has disfrutado de mi regalo?”, preguntó ella. Pedro no vaciló al responder: “Al principio fue divertido pero ahora odio esa pelota. La vida me ha pasado sin que me enterase, sin poder disfrutarla.Claro que habría habido momentos tristes y momentos estupendos, pero no he tenido oportunidad de experimentar ninguno de los dos. Me siento vacío por dentro. Me he perdido el don de la vida. “Eres un desagradecido, pero igualmente te concederé un último deseo”, dijo la anciana. Pedro pensó unos instantes y luego respondió: “Quisiera volver a ser un niño y vivir otra vez la vida”. Dicho esto se quedó otra vez dormido. Pedro volvió a oír una voz que le llamaba y abrió los ojos. ¿Quien podrá ser ahora?, se preguntó. Cual no sería su sorpresa cuando vio a su madre de pie a su lado. Tenía un aspecto juvenil, saludable y radiante. Pedro comprendió que la extraña mujer del bosque le había concedido el deseo de volver a su niñez. Ni que decir tiene que Pedro saltó de la cama al momento y empezó a vivir la vida tal como había esperado. Conoció muchos momentos buenos, muchas alegrías y triunfos, pero todo empezó cuando tomó la decisión de no sacrificar el presente por el futuro y empezar a vivir en el ahora. (Fragmento tomado de “El monje que vendió su Ferrari” Robin S. Sharma ) El gran libro del legendario Benjamín Franklin, describe 13 virtudes para alcanzar la perfección moral, y para vivir una vida plena. Creo que todo lo bueno debe ser imitable, así que me decidí a compartirlas con vosotros. A ver qué os parecen... 1. Templanza: No comas hasta sentirte harto. No bebas hasta la ebriedad.
2. Silencio. No hables más que aquello que pudiera beneficiar a otros o a ti mismo. Evita las conversaciones triviales. 3. Orden: Ten un lugar para cada una de tus cosas. Ten un momento para cada parte de tu trabajo. 4. Resolución: Comprométete a llevar a cabo lo que debes hacer. Haz sin falta lo que te comprometes a llevar a cabo. 5. Frugalidad: No gastes más que en lo que pueda hacer el bien a otros o a ti mismo. No desperdicies nada. 6. Trabajo: No pierdas el tiempo. Ocúpate siempre en algo útil. Elimina todo acto innecesario. 7. Sinceridad: No lastimes a nadie con engaños. Piensa con inocencia y con justicia. Si hablas, hazlo de acuerdo con esto. 8. Justicia: No perjudiques a nadie, ni haciéndole daño ni omitiendo lo que es tu deber. 9. Moderación: Evita los extremos. No guardes resentimientos tanto tiempo como puedas creer que lo merecen. 10. Limpieza: No toleres la falta de limpieza, ni en el cuerpo ni en la ropa ni en la vivienda. 11. Serenidad: No te dejes alterar por nimiedades, ni por accidentes comunes o inevitables. 12. Castidad: Recurre al acto sexual por motivos de salud o descendencia, pero nunca hasta sentirte harto o débil, y sin que llegues a afectar tu propia paz o reputación o la de otra persona. 13. Humildad: Imita a Jesús y a Sócrates.» Feliz martes¡¡¡ Me parece que a veces los cuentos logran expresar mejor que ninguna otra narrativa esas enseñanzas que hemos aprendido y queremos transmitir. Es el caso de este cuento muy conocido que os traigo hoy... En cierta ocasión, un joven llegó a un campo de leñadores con el propósito de obtener trabajo. Habló con el responsable y éste, al ver el aspecto y la fortaleza de aquel joven, lo aceptó sin pensárselo y le dijo que podía empezar al días siguiente.
Durante su primer día en la montaña trabajó duramente y cortó muchos árboles. El segundo día trabajó tanto como el primero, pero su producción fue escasamente la mitad del primer día. El tercer día se propuso mejorar su producción. Desde el primer momento golpeaba el hacha con toda su furia contra los árboles. Aun así, los resultados fueron nulos. Cuando el leñador jefe se dio cuenta del escaso rendimiento del joven leñador, le preguntó: -¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha? El joven respondió: -Realmente, no he tenido tiempo… He estado demasiado ocupado cortando árboles… Y la reflexión cae por su propio peso, ¿Cuántos de nosotros nos olvidamos de afilar el hacha por estar trabajando, trabajando y trabajando? ¿Está la tuya bien afilada hoy? Feliz lunes¡¡¡ Había una vez en el lejano Oriente un hombre considerado muy sabio. Un joven viajero decidió visitarle para aprender de él. -Maestro, me gustaría saber cómo llegar a ser tan sabio como usted… -Es realmente sencillo, -le dijo- yo solo me dedico a descubrir perlas de sabiduría. ¿Ves aquel gran baúl de perlas?
-Sí. -Son todas las que he acumulado durante mi vida. -Sí pero… ¿dónde puedo encontrarlas? -Están en todas partes. Es cuestión de aprender a discernirlas. La sabiduría siempre está preparada para quien esté dispuesto a tomarla. Es como una planta que nace dentro del hombre, evoluciona dentro de él, se nutre de otros hombres y da frutos que alimentan a otros hombres. -Aaahhhhh, ya, ya…. Lo que me está diciendo es que tengo que ir descubriendo lo que hay de sabio en cada persona para crear mi propia sabiduría y compartirla con los demás… En aquel momento, las palabras de aquel joven parecía como si se fueran formando una pequeña nube de vapor de agua que se condensaba hasta solidificarse en una pequeña perla. Inmediatamente el maestro la recogió para ponerla junto al resto de perlas. El maestro le dijo: -Realmente, mi única sabiduría es recopilar estas perlas para después saber utilizarlas en el momento oportuno. ¿Te imaginas disponer de una perla de sabiduría para el momento oportuno? ¿Estas recopilando las tuyas? Feliz viernes¡¡¡ Alain de Botton, sugiere que las 10 virtudes a cultivar más importantes para el ser humano son las siguientes... 1.- Resiliencia: Seguir adelante cuando sólo vemos oscuridad en nuestro futuro. Aceptar que las decepciones y los reveses forman parte de cualquier vida humana. No asustar a otras personas con nuestros miedos.
2.- Empatía: La capacidad de conectar con las experiencias de otra persona. Y también el coraje de ponerse en el lugar del otro y mirarse a sí mismo con honestidad. 3.- Paciencia: Con frecuencia perdemos los nervios porque creemos que las cosas tendrían que ser perfectas. Los humanos hemos avanzado mucho en algunos aspectos (por ejemplo en la tecnología) pero muy poco en otros: por ejemplo, en la capacidad para aceptar que las cosas no siempre son como queremos. 4.- Sacrificio: De forma natural, todos buscamos nuestro propio beneficio. Pero también tenemos una capacidad milagrosa para, en algunas ocasiones, olvidar nuestros intereses personales y sacrificarnos por otra persona o por una causa. 5.- Buenos modales: Los buenos modales tienen mala fama. Normalmente asumimos que “ser educado” es sinónimo de “ser falso” y lo contrario de “ser nosotros mismos”. Pero los modales son una regla necesaria para cualquier civilización y están íntimamente asociados a la tolerancia: la capacidad de vivir junto a personas con las que nunca estaremos de acuerdo. 6.- Sentido del humor. 7.- Consciencia de uno mismo: No hacer responsables a los demás de todos nuestros problemas o cambios de humor. 8.- Perdón. 9.- Esperanza: El pesimismo no es necesariamente un signo de “inteligencia y profundidad intelectual”, ni el optimismo un reflejo de necedad. 10.- Confianza: A veces no alcanzamos nuestros sueños por el simple hecho de que no nos atrevemos a intentarlos. La confianza no es arrogancia, sino la consciencia de que nuestras vidas son cortas y de que, en realidad, tenemos muy poco que perder cuando nos arriesgamos a luchar por lo que queremos. Aunque la lista sea discutible y ampliable, seguro que es un buen comienzo para chequear todo lo bueno que hay en ti y enfocarte en multiplicarlo, ¿no crees? Feliz miércoles¡¡¡ Si estás trabajando para conseguir tus metas, es básico que registres a diario tu entrenamiento. Así verás tus progresos y también aquellos puntos que necesitas reajustar para que no te pille el toro... Una de las cosas que más le cuesta a mucha gente es “crear productividad diaria“. El tiempo es limitado y las demandas que tenemos la mayoría son muchas y variadas. Las distracciones aparecen disfrazadas de cosas interesantes para hacernos perder nuestro valioso tiempo.
Algo muy simple que podemos hacer, yo lo utilizo desde hace años, es crearnos un calendario con las horas de trabajo que tenemos que realizar y que van a aumentar nuestra productividad y acercarnos a nuestras metas. En realidad es muy sencillo, solo requiere un poco de dedicación y ajustarse a él pase lo que pase. Algunos tips que pueden ayudarte a diseñar el tuyo, son los siguientes: – Anota las horas reales que puedes dedicarle a tu proyecto/trabajo – Prioriza las tareas por orden de productividad: a mayor productividad, más arriba estará la tarea en tu lista – Asígnale a cada tarea un tiempo y pon toda tu energía en terminarla en ese tiempo – Aleja de ti todo lo que te pueda interrumpir, móvil, Ipad, teléfono fijo… – Céntrate en hacer uno a uno todo lo que hayas programado – Descansa 10 minutos cada hora y media: levántate, toma un poco de agua, mueve el cuerpo… – Cada día haz un repaso de todas las tareas realizadas y échale un vistazo al del día siguiente por si hubiera que reajustar algo – Vete perfeccionando el sistema un poquito cada día, llegarás a tener tu sistema maestro de productividad diario. Al cabo de una semana te darás cuenta de lo productivo que puedes llegar a ser. Feliz martes¡¡¡ Hay una diferencia entre los seres humanos que triunfan y los que se quedan en la mediocridad: los primeros tienen un plan para guiar su vida y los segundos son como una hoja al viento; van en la vida donde el viento los lleva… Principios que deberás tomar en cuenta en tu plan de vida:
Feliz lunes¡¡¡ Este texto ha sido extraído del mensaje de Nelson Mandela cuando fue electo presidente de Sudáfrica en el año 1994. Muchos seguro que lo conocéis, aunque no está de más recordarlo… “… Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados. Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta.
Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario? Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo? Tu pequeñez no le sirve al mundo. No hay nada iluminado en disminuirse para que otra gente no se sienta insegura a tu alrededor. Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en tu interior. Esa gloria no está solamente en algunos de nosotros; está en todos y cada uno. Y cuando permitimos que nuestra luz brille, inconscientemente le damos permiso a otra gente para hacer lo mismo. Al ser liberados de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.” Feliz viernes¡¡¡ Fredy Kofman nos dice que ante un conflicto puedes actuar de dos maneras: como víctima o como protagonista… La víctima se concentra en culpar a los demás de lo que sucede, se fija en variables externas (las circunstancias fuera de su control), el protagonista se concentra en las variables internas (las acciones que puede emprender para responder a las circunstancias).
La próxima vez que estés ante un conflicto, pregúntate de qué lado quieres estar, del lado de la víctima o del lado del protagonista. Así elegirás de forma consciente tu actitud y eso va a ser determinante para su resolución. Ahora veamos qué hace una persona que responde de modo adecuado ante un conflicto
Feliz jueves¡¡¡ |
AutorÁngeles Prol Archivo
Junio 2017
Categorías |