El miedo es una emoción que está en nuestro ADN porque nos ayuda a preservar la vida, pero ¿qué sucede cuando te paraliza y no te permite actuar?… La única forma que conseguir lo que quieres es haciendo algo para conseguirlo y utilizar el miedo a tu favor puede ser una buena estrategia. Para vencer nuestros miedos, el primer paso es identificarlos y reflexionar. ¿A qué temo? ¿Cuál es mi miedo? ¿Por qué temo eso? ¿Eso que pienso necesariamente tiene que ocurrir?, ¿qué evidencia tengo de ello?… Y, además, analizar las consecuencias que implica ese miedo o barrera en tu vida: ¿cuánto me afecta honestamente este miedo? ¿Me está impidiendo desarrollarme o crecer como persona en algún sentido?, ¿cómo me sentiría y qué haría si no tuviera ese temor?, etc. Una vez identificado y analizado, podemos confesarlo, compartirlo con los demás, recabar información y contrastarla. Así el miedo comienza a empequeñecer y a perder poder sobre nosotros. Quizás nos sorprenda que nuestro miedo lo tienen o han tenido personas de nuestro entorno, o descubramos que a alguien le asusta algo que para nosotros es inocuo y viceversa, pues el miedo es relativo y subjetivo. Resulta fundamental revisar nuestras creencias en torno al miedo, así como nuestra motivación para superarlo. Si fuera necesario, podemos consultar a un profesional. Feliz lunes¡¡¡
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
AutorÁngeles Prol Archivo
Junio 2017
Categorías |