Cuando nos comprometemos profundamente con algo, a menudo, surge una barrera, la de las lealtades equivocadas, esos vínculos ocultos que nos mantienen atrapados en el pasado… Algunas personas no alcanzan nunca el nivel de sus posibilidades a causa de una lealtad inconsciente a un padre o una madre fracasados y dolidos. Por eso es tan importante no confundir los dramas e historias personales con las acciones necesarias para alcanzar nuestras metas y objetivos.
Todos tenemos problemas y dramas personales algunos como genios incomprendidos o héroes ocultos temerosos de dar el gran salto. Independientemente de si nuestra historia es una comedia o una tragedia, lo que es más importante es saber diferenciarla de lo que hay que hacer en un determinado momento. Son dos categorías distintas: tu historia y lo que hay que hacer en una situación dada. Muchos de nosotros boicoteamos nuestros progresos por mezclar nuestra historia personal con la acción que debemos emprender en ese momento. Cuando nos sentimos confusos respecto a lo que debe hacerse, la causa hay que buscarla a menudo en que somos esclavos de una vieja versión de nosotros mismos. La pregunta clave aquí sería: ¿A quién estas siendo leal al no hacer lo que tienes que hacer? Feliz jueves¡¡¡
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Junio 2017
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