Había dos semillas, una al lado de la otra en el suelo. Una dijo: “Quiero crecer, quiero ser un árbol joven”. La otra agregó: “Yo no quiero cambiar, no quiero perder mi identidad”…La primera continuó: “Crecer es vivir.
El estancamiento es la muerte; y si me transformo en un árbol joven, seguiré siendo “yo misma”. La segunda semilla negó ese argumento: “¿En dónde estaré si hay una planta en mi lugar? Además me asustan mis raíces, enterradas en las profundidades oscuras y también el tallo sobre el suelo, expuesto al mundo. Esperaré aquí”. ¿Cómo termina la historia? ¿Qué harías tú? Dicen que la primera semilla se transformó en árbol; y que a la semilla que estaba esperando vino una gallina y, sin demora, se la comió. Feliz miércoles¡¡¡
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Junio 2017
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